La virtualidad complicó el juicio por el crimen de un joven en Alderetes

La virtualidad complicó el juicio por el crimen de un joven en Alderetes

Un testigo reconoció al acusado del homicidio de Brian Sarmiento ocurrido en 2019.

TODAS LAS PARTES. La imagen con los rostros de los protagonistas que estuvieron en el debate virtual.  TODAS LAS PARTES. La imagen con los rostros de los protagonistas que estuvieron en el debate virtual.

La virtualidad es la solución para que el accionar de la Justicia no se detenga en tiempos de restricciones por la pandemia. Pero en algunos casos puede transformarse en una pesada carga para que un debate oral se realice con normalidad. Y eso es lo que ocurrió en el juicio por el crimen de Brian Sarmiento, el joven de 19 años que fue asesinado en un robo registrado en Alderetes.

El 25 de agosto de 2019, la víctima regresaba junto con un amigo a su casa después de haber estado reunido con otros compañeros en la casa de uno ellos. En el trayecto fue interceptado por motochorros que lo amenazaron para robarle el celular. “A mi no me robés, yo te conozco”, le dijo la víctima al asaltante que, al escuchar esas palabras, le disparó dos veces provocándole la muerte casi de manera inmediata. Días después fue detenido por el crimen Ariel “Pei” Miranda y la ex fiscala Adriana Giannoni lo acusó de homicidio agravado.

El inicio del juicio fue programado para ayer con carácter presencial, pero por las nuevas restricciones, se realizó de manera virtual. Por esa situación se produjeron un cúmulo de situaciones que complicaron el normal desarrollo.

“Me están hiriendo con todo lo que dicen. No tengo nada que ver en este hecho”, declaró el imputado que en más de una oportunidad tiró el teléfono con el que se conectó, accidente que se repetía cada vez que se ponía nervioso.

Miranda dijo que era un hombre de familia, que trabajaba en el taller de chapa y pintura de su padre y que no sabía manejar armas. Pero no supo responder una pregunta que le hizo el querellante: ¿por qué entonces tiene al menos una decena de causas por robo con armas y otra por abuso de armas? El acusado, como coartada, dijo que un tal Damián Ruiz le había confesado que él había sido el autor del hecho, aunque no precisó dónde y cuándo había escuchado esos dichos.

El amigo

El testimonio clave en el debate fue el de Franco Cajal, el amigo que acompañaba a la víctima. Empezó su testimonio, pero su imagen se congeló a los pocos minutos. Después de unos minutos, se conoció que se había quedado sin datos en el celular y que, después de hacer una recarga, se conectaría nuevamente.

Cajal contó la misma versión de la acusación y aportó un dato clave. “Lo identifiqué con mucha seguridad en una rueda de reconocimiento que se hizo a los días de haberse cometido el hecho. No tengo dudas de que él había sido”; indicó. El defensor del imputado, Patricio Char, le preguntó si no había estado influenciado por las imágenes que se publicaron en las redes sociales y respondió que no.

Otro testigo, que declaró con identidad reservada, no fue tan categórico como lo hizo en la etapa de instrucción. Antes de que hablara, el personal de la sala tardó varios minutos para que se lo pudiera escuchar, ya que no sabía cómo activar el sonido. Insistió que minutos antes de que se cometiera el crimen, había observado a Miranda junto a otra pareja intentar asaltar a dos personas que estaban esperando el colectivo en el ingreso a Alderetes. Después de muchas idas y vueltas, confirmó que: “señalé a Miranda porque en la Policía me dijeron que no hacía falta que identificara otro”. Para el defensor Char, ese otro es Ruiz.

Más problemas

En la audiencia, los testigos fueron los protagonistas. En varios momentos, los obligaron a retirarse porque, como lo impiden las normas, estaban presenciando la audiencia y, por ende, escuchando lo que decían otras personas.

Recalcar las contradicciones en las que caía cada uno de ellos fue otro dolor de cabeza. Como el juicio era virtual, no se les podía mostrar la copia de las actas con las declaraciones que realizaron durante la etapa de instrucción.

Con la virtualidad surgieron algunas diferencias de criterios entre los miembros del tribunal, integrado por Eduardo Romero Lascano, Alicia Freidenberg y Stella Maris Arce. No sólo debatieron sobre si un empleado debía continuar en la sala de audiencias donde no había nadie sino también sobre cuestiones vinculadas al tiempo que le tomaría a uno de ellos vacunarse porque tenía turno. El juicio continuará hoy.

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