Las nuevas medidas sanitarias tomadas por el Poder Ejecutivo fueron analizadas en "Panorama Tucumano", el programa conducido por Federico van Mameren.
Cruzaron opiniones la ministra de Gobierno y Justicia, Carolina Vargas Aignasse, el vicepresidente de la Sociedad Argentina de Infectología, Gustavo Costilla Campero, el presidente del Colegio de Psicólogos de Tucumán, Roberto González Marchetti, y el presidente de la Unión de Hoteles, Bares y Restaurantes, Erneso Gettar.
Marchetti dejó en claro que en los consultorios de Tucumán se están dando muchos casos de depresión, fobia y ansiedad. También hay más conductas depresivas, que se han potenciado por esta segunda ola de coronavirus.
La crisis es por la situación de salud y por los problemas económicos. “Advertíamos que no se estaba trabajando para actuar sobre las secuelas de la primera ola. Al no trabajar en mecanismos de monitoreo, vemos un agravamiento de las secuelas”, dijo.
“A la sociedad hay que entenderla, más que acusarla. Hay poco grado de tolerancia a la frustración, por los cambios”, acotó.
Marchetti además hizo una observación psicológica con fuerte repercusión política: “hay un gran descreimiento en los líderes”.
Por otra parte, señaló que “por momentos nos relajamos y después vemos la angustia y el sentimiento de culpa en personas que han transitado la enfermedad y han perdido a familiares, padres o pareja. Hay personas que tienen secuelas, es de desesperación”.
Y concluyó: “hay una sociedad que no da muestras de ser escuchada”.
Carolina Vargas Aignasse recalcó que estamos viviendo una situación inédita, en donde cobra mayor importancia el concepto de liderazgo. “Quienes son dirigentes, quien tiene responsabilidad de conducir los destinos de diferentes sectores tiene una responsabilidad mayor, porque no siempre las decisiones que uno debe acatar o tomar son las que le gustan a la mayoría”, dijo. La ministra reconoció que “sobran los dedos de la mano para contar sectores que han crecido durante a pandemia”. “Las condiciones generales hace que la mayoría de la sociedad se encuentre crispada. Esto se va a valorar en el tiempo, en la coyuntura es difícil hacer balance”, dijo.
Acotó que en un sistema democrático hay que respetar las instituciones.
“Todos los días estamos para escuchar. El problema es que uno escucha de un lado “que mueran los que tengan que morir”, gente que no cree en el virus”, dijo.
Sobre las marchas del fin de semana, Aignasse dijo que en la plaza Independencia no eran más de 450 personas. “Pero si existe una prohibición de acumulación de gente, no se entiende este tipo de actitudes”, dijo. Acotó: “no quiero hablar de una protesta social. La gran mayoría de la sociedad entendió las medidas. Lo del fin de semana fue de un pequeño grupo. Es la justicia la que debe sancionar a quienes están fuera de la ley”.
Por otra parte, la funcionaria dijo que Tucumán fue una de las provincias que más ha flexibilizado las actividades, con protocolos. “Hemos otorgado exenciones, hemos dado ayudas directas, que no hemos promocionado de manera específica, pero fueron para cada sector que nos vinieron a visitar”, dijo.
Sobre lo que pasará el 31 de mayo, la ministra expresó que el lunes no volverá todo a la vieja normalidad. “Las medidas de ahora tendrán un impacto dentro de diez días. Vamos a tener que ser más estrictos con las reuniones sociales y el entretenimiento”, adelantó.
El presidente de la Unión de Hoteles, Bares y Restaurantes, Erneso Gettar, tuvo un discurso conciliador. “Tenemos que juntarnos, el Estado, la parte privada, para combatir eso. Quizá así en el mediano plazo podamos salir adelante. Hasta el momento no siento que nos podamos juntar todos en esa dirección”, dijo.
Gettar recalcó que en el 2020, el sector sufrió una crisis muy fuerte. Pero reconoció: “No hay soluciones porque hasta que no combatamos el virus no vamos a tener solución.”
Asimismo, expresó que “el ser escuchado significa que me den solución, si del otro lado no tienen una solución, yo voy a sentir que no me escuchan”.
Enfatizó que “Nuestro sector no encuentra otra salida que no sea trabajar”. “No es gritando y pataleando que se va a llegar a una solución”, dijo pero acotó que el sector sale a la calle porque no da más.
“El 31 aumentemos los protocolos para no caer en un último cierre. La única forma de salir rápido de esto es afinando más los protocolos”, dijo.
Gustavo Costilla Campero, presidente del Colegio de Psicólogos de Tucumán, manifestó que hay medidas para minimizar el riesgo y recalcó que después de más de un año de pandemia todos deberíamos estar concientizados sobre este tema.
“Toda crisis sanitaria va a tener consecuencias negativas. EL objetivo es minimizar las consecuencias… vemos una reacción tardía”, dijo el especialista médico, quien también expresó que el enojo social es falta de comunicación, porque la gente no entiende el nivel de gravedad.
“En este momento no teneos que buscar culpables, sino brindar una solución”, dijo.
“Yo estoy en el hospital Padilla, la situación es de abatimiento y de tristeza ante este enojo social, porque no sólo nos preocupa este tema del covid-19, porque el covid a veces tapa otros problemas. Baja la calidad en otras patologías y va a aumentar la mortalidad”, dijo.
Costilla recalcó que “muchas personas van a sufrir las consecuencias de este enojo social” y añadió que “las normas están hechas para protegerse uno y proteger a los demás”.
“Llegamos a esto porque en muchos lugares que dijeron que iban a cumplir los protocolos no los cumplieron. Esto no termina el 31. No tenemos más margen”, concluyó.