Los indicadores que advierten que Tucumán está cada vez más cerca del límite sanitario se amplían día a día. A la falta de camas para pacientes críticos que, como ayer informó LA GACETA, derivó en el decreto de Código negro para algunos hospitales, se sumaron dos hechos muy alarmantes: por un lado, el factor humano, cada vez más agotado, y por otro uno farmacológico: los sanatorios de la provincia ya no tienen los medicamentos necesario para la sedación de pacientes graves, lo que imposibilita su correcto tratamiento. “Esto va a ser un caos en pocos días”, aseguró Eduardo Vega Olguín, titular de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Tucumán (Acyst).
La situación en tres de los hospitales más importantes de la provincia no cambió en las últimas 24 horas. El Hospital del Este, el Centro de Salud y el hospital de Concepción siguen sin lugar para pacientes críticos. Quienes requieran atención deben ser derivados a otros nosocomios como el Avellaneda o el mismo Padilla que, sobre todo en este último caso, no está enfocado en coronavirus sino en todas las otras prestaciones que no tienen que ver con la pandemia. Autoridades del Siprosa advirtieron a LA GACETA que las camas que faltan son las de pacientes críticos, pero que si hay lugar para moderados y leves. El problema que están teniendo, a diferencia del año pasado, es que al haber pacientes más jóvenes el tiempo de hospitalización se duplicó de dos a cuatro semanas.
Vega Olguín se mostró alarmado por lo que está sucediendo. “Los sanatorios estamos trabajando casi al 100 %, hay alguna disponibilidad de camas, muy pocas, pero sabemos que no vamos a tener más en unos días, y dada la evolución de los cuadros con cuatro o cinco semanas de internación, salvo que haya decesos, las camas no se desocupan”, aseguró. Pero hoy por hoy no es lo que más le preocupa ya que algunas camas queda. “El mayor problema que tenemos es la carencia de elementos de sedación. Hablamos ayer (por el martes) con la gente del Siprosa. Son medicamentos imprescindibles sin los cuales no podemos trabajar. Estamos teniendo dificultades burocráticas para comprar los medicamentos. Nos obligan a comprar, además de los que necesitamos, otros que no necesitamos. Alguien está haciendo negocios con esta pandemia y son desembolsos millonarios”, aseguró. El profesional advirtió que la situación que están viviendo es angustiante. “Nos entregan remedios a cuentagotas (hablando de los laboratorios). Es imposible trabajar sin eso. El Siprosa tiene poder de Policía y necesitamos que actúe ya que los pacientes no pueden estar sin sedación. Están intubados. Tenemos los médicos, que están agotados, las camas, que quedan pocas, tenemos monitores, los aparatos de respiración mecánica y encima nos faltan medicamentos. Es un caos”, aseveró Vega Olguín.
El profesional aseveró que de las 45 camas que tiene en su sanatorio (el Rivadavia), 31 están ocupadas con pacientes con covid, y el resto con otras patologías. “Si esto sigue subiendo así va a haber un colapso en general, el promedio de edad de los internados es de 61 años, más bajo que el año pasado, con márgenes de paciente desde los 33 hasta los 89, y la edad promedio del óbito es de 54,5 años de edad. Están internados de cuatro a cinco semanas. La cama que se ocupa hoy, va a estar ocupada no menos de un mes. No vamos a tener más camas. La única forma que se desocupen es que alguien fallezca”, explicó.
“Hoy no puedo recibir a nadie, me sobra equipamiento, pero no tengo el factor humano, no hay más, la gente está agotada, agobiada, hace un año que no para de ver malas noticias, nos tenemos que ayudar o de esta no vamos a salir”, finalizó.
Ayer, el director Ejecutivo del Siprosa, Luis Medina Ruiz, mantuvo una reunión con el director del hospital Miguel Belascuain de Concepción, Rodolfo Cecanti, a raíz de la falta de camas en esa institución. “Analizamos la agenda de trabajo del hospital. Los temas tratados fueron el porcentaje ocupacional, el estado de pacientes Covid de la zona, la cantidad de internados, el manejo y la complejización de la terapia intensiva y de las salas y la redistribución y aumento de la capacidad operativa de todo el hospital por la pandemia”, indicó Cecanti. El médico adelantó que presentó una tentativa de diagrama de redistribución y aumento de camas para superar las 50 que en este momento disponen en los diferentes sectores de Covid para la población, entre los que se atienden adultos hombres y mujeres, pacientes críticos, en terapia intensiva, en salas, guardias y sectores de internación de obstetricia neonatología y pediatría.
“Vamos a hacer un diagrama definitivo en cuanto al aumento que tengamos de camas que serán alrededor de 15 más. Además, se nos proveyó de 10 bombas de infusión más para ser usadas en salas de internación intermedia, y solicitamos respiradores para complejizar estas salas”, finalizó.