En Argentina se han aplicado 11.3 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus, de las 12.6 millones distribuidas. De ese total, 8.8 millones de personas han recibido una dosis y 2.4 millones de personas ya tienen colocadas sus dos dosis. Se trata de datos oficiales y actualizados, que han sido publicados en el sitio del Ministerio de Salud de la nación.
En comparación con Chile, nuestro país queda relegado. Al otro lado de la cordillera, la vacunación comenzó el 24 de diciembre de 2020, el mismo día en que aterrizó la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech. Para que la vacunación sea justa, el Gobierno de Sebastián Piñera estableció un orden de prioridades: fueron inoculados en primer lugar los médicos y el resto del personal sanitario, algo similar a lo que se está haciendo en todas las provincias argentinas.
Aquí también la vacunación comenzó por esa fecha (el 29 de diciembre), con la llegada del fármaco ruso Sputnik-V. Sin embargo, al día de hoy crecieron las diferencias entre ambas naciones. Hasta ahora, 9,6 millones de chilenos han recibido su primera dosis mientras que 7,6 millones tienen sus dos dosis. Es decir que en comparación, Chile lleva casi 6 millones de vacunas más que la Argentina.
No obstante, según el sitio web Our World in Data, que cuenta con información sobre la vacunación contra el covid-19 en todo el mundo, si se muestra la cantidad de dosis administradas cada 100 personas de la población total, los trasandinos están también notoriamente mejor posicionados, con 90,62 contra los 24,67 de los argentinos.
En Chile, hasta ahora cuatro vacunas han recibido su aprobación de emergencia: la desarrollada por Pfizer y BioNTech, la CoronaVac (elaborada por Sinovac), la Ad5-nCoV de CanSino y la vacuna desarrollada por AstraZeneca y Oxford. Los argentinos también tienen autorizadas cuatro marcas, aunque la única que es la misma es AstraZeneca. Luego aparecen Sputnik V, Covishield y Sinopharm.
Amén de las diferencias, mientras los estados chilenos y argentinos compiten contra sí mismos para obtener más vacunas, surge una vez más la preocupación entre los expertos en salud pública global, organizaciones civiles y la Organización Mundial de la Salud (OMS) por una acceso equitativo a las dosis, en un contexto de suministros limitados. Un análisis del Centro de Innovación en Salud Global de la Universidad Duke, Estados Unidos, revela que un total de 9,8 mil millones de dosis ya estaban reservadas a fines del año pasado, incluso antes de que las vacunas candidatas sean aprobadas. Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido contaban ya con miles de miles de reservas, por aquel entonces.
Finalmente, no es la primera vez que esto ocurre. Cuando fue la epidemia de gripe A H1N1 en 2009, seis países habían comprado todas las dosis que se habían desarrollado en los primeros siete meses.