Las leyes de Israel que los palestinos denuncian

Las leyes de Israel que los palestinos denuncian

Cuestionan los obstáculos para la ciudadanía.

25 Mayo 2021

JERUSALÉN.- El conflicto casi permanente en Gaza y en Cisjordania se refleja también en la convivencia entre la población árabe que vive en Israel y los israelíes de origen judío. Los descendientes de palestinos sostienen que hay discriminación legal dentro del estado israelí y eso hace difícil la convivencia.

De acuerdo con el Índice de Democracia en Israel 2020, 81% de los encuestados árabes considera que los miembros de esa comunidad desean integrarse en el país y ser parte de esa sociedad. Sin embargo, sólo 35% cree que el régimen en Israel es democrático en su trato hacia los ciudadanos árabes, según un informe de BBC Mundo.

En los últimos años, ha habido algunas medidas tomadas por el Estado de Israel que han aumentado la sensación de agravio entre la minoría árabe.

Adalah, una ONG que defiende los derechos de los árabes en Israel, elaboró una base de datos que incluye más de 65 leyes que considera discriminatorias hacia los palestinos. Muchas de estas normas afectan a los residentes de Gaza y Cisjordania, pero también impactan en aquellos árabes que tienen la ciudadanía israelí, dice Amjad Iraqi, analista del centro de estudios palestinos Al-Shabaka.

Amir Fuchs, analista del Instituto de Democracia de Israel, ha impugnado algunas de estas leyes que, en su opinión, convierten al país que por décadas ha sido conocido como la única democracia de Medio Oriente en “una democracia con defectos”.

Algunas leyes que los ciudadanos palestinos de Israel consideran discriminatorias son:

La Ley de Ciudadanía y Entrada en Israel, aprobada en 2003 como medida de emergencia, impide que cónyuges de ciudadanos israelíes obtengan permisos de residencia y ciudadanía automática si proceden de los Territorios Palestinos o de Estados considerados hostiles como Irán, Líbano, Siria e Irak. La norma estableció luego que estas limitaciones se aplican a varones menores de 35 años y a mujeres menores de 25. “Significa que, si un ciudadano palestino israelí se casa o tiene hijos con alguien de Cisjordania o Gaza no tiene derecho a transferirles la ciudadanía”, dice Iraqi. Muchas parejas terminan viviendo en Israel de forma ilegal; o los árabes israelíes “tienen que mudarse a los territorios ocupados, para vivir bajo régimen militar con sus familias; o se van todos a otro lugar”.

“Esta ley es considerada desde hace tiempo como una de las más racistas de Israel, precisamente por la manera como apunta directamente a los palestinos”, dice Iraqi. La Ley de Retorno, aprobada en 1950, establece que cualquier judío del mundo puede emigrar a Israel y obtener la ciudadanía. Para las organizaciones propalestinas, es uno de los mayores ejemplos de discriminación. “Contrasta esa situación con el hecho de que los refugiados palestinos que nacieron en la Palestina histórica antes de 1948 y sus descendientes aún tienen prohibido regresar a este Estado”, agrega.

La Ley de Tierras de Israel es una de las más cuestionadas. Aprobada en 1960, con rango constitucional, prohíbe la transferencia de la propiedad de esas tierras del Estado que son administradas por distintas entidades y que, usualmente, las alquilan con contratos a largo plazo.

Una de estas entidades ha sido el Fondo Nacional Judío, una ONG establecida en el siglo XX. Iraqi señala que los estatutos del JNF establecen que sólo puede alquilar sus propiedades a judíos. La Fiscalía General de Israel determinó en 2005 que la adquisición y administración de tierras por parte del JNF era discriminatoria, por lo que no podía seguir realizándose con ayuda del Estado. (Especial)

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