Economistas y especialistas en consumo consideran que el aumento en el precio de la carne, que se ubicó casi 20 puntos porcentuales por encima de la inflación anual calculada en abril, se debió, según diferentes visiones, al aumento de costos, la presión exportadora, una expectativa devaluatoria y la remarcación de precios.
La carne vacuna fue uno de los productos alimenticios de consumo masivo que registró un fuerte aumento en su precio, que según mediciones del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (Ipcva) escaló 65,3% en abril respecto de igual mes de 2020.
Sin embargo, si se toma en cuenta la medición del índice general de precios por parte del Indec, el promedio de los cortes vacunos se posicionó 19 puntos por encima de ese nivel.
Por esto, el Gobierno nacional decidió cerrar las exportaciones por 30 días, no sólo por la suba de los precios internos, sino también por ciertas irregularidades en el mercado exportador que presionaban los precios al alza, se argumentó.
Por su lado, el sector cárnico rechazó la medida y afirmó que el grueso de la clase de carne que se exporta (casi un 30% de la producción total) no se consume en el país, mientras que el sector primario, convocado por la Mesa de Enlace, decidió realizar un cese de comercialización hasta el viernes.
A nivel mundial también se produjo un incremento en los precios de los alimentos, con 11 meses consecutivos al alza, según la ONU para la Agricultura (FAO), y los aumentos en las carnes fueron del 5,1% respecto de abril del año pasado.
Según el director del Centro de Economía Política Argentina, Hernán Letcher, la presión inflacionaria se relaciona con diversos factores, entre ellos la exportación, la suba de los precios del ternero y el maíz, pero también, la remarcación de precios.
Por su lado, el economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina, David Miazzo, consideró que la suba de la carne vacuna radica en “tres factores base”: el aumento del precio del ternero para “refugio de valor”, y el del maíz, que derivaron en una menor oferta de los feedlots por las pérdidas ocasionadas. “Esto redujo la reposición de animales y redujo la oferta”.
El primer día de paro ganadero, la carne en las carnicerías bonaerenses llegaron con una suba del 7%.