Los integrantes de la mesa política de Juntos por el Cambio mantuvieron ayer un encuentro saturado de fricciones. Discusiones tensas, intercambios de reclamos y posturas irreconciliables marcaron el inicio de la reunión en el hotel Yerba Buena. Todo ello alrededor de una cuestión: sumar a Fuerza Republicana, o no, al frente electoral. Los debates, los reproches y las chicanas no impidieron, sin embargo, que el mitin concluyera con dos definiciones claras.
A la primera la dio Ramiro Beti, el titular del PRO tucumano, quien puntualizó que su agrupación no tiene inconvenientes en sumar al partido que preside el legislador Ricardo Bussi. A modo de atenuante, manifestó que propiciaba esa apertura “si no generaba problemas” en la coalición. Pero dejó en claro que tenía “mandato” de las autoridades nacionales del macrismo de conformar en Tucumán la propuesta electoral más “conveniente” en términos de competitividad.
La segunda determinación es que la Unión Cívica Radical unificará una postura respecto de la incorporación de FR en los próximos días, mediante un encuentro entre sus principales referentes. Léase, los afiliados que desempeñan cargos electivos.
El bussismo, simultáneamente, le puso un plazo a la espera.
Memorial de reproches
El intendente de Yerba Buena Mariano Campero llevó la voz cantante en torno de la necesidad de sumar a FR a un frente opositor único, que incluya también al Partido por la Justicia Social, que lidera el jefe municipal de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro.
El radical sostuvo que, considerando los resultados de los comicios de 2019, FR era, individualmente, el “socio político más importante” que Juntos por el Cambio podía sumar en Tucumán. “¿Qué nos beneficia más como frente opositor en términos electorales: que Bussi compita por dentro de este espacio o que lo haga por afuera?”, inquirió.
Cristian Arias, el titular de la Democracia Cristiana, puntualizó que tienen diferencias ideológicas insalvables con el bussismo y reclamó que sean respetadas. El interventor de la UCR, José “Lucho” Argañaraz, planteó que el terrorismo de Estado de la última dictadura militar, de la cual fue parte el fundador de FR, Antonio Domingo Bussi, “no es un asunto menor, sino un tema fundamental”.
Campero no eludió los planteos. Contestó que Ricardo Bussi sólo ocupó cargos públicos electivos como candidato de FR, partido creado en democracia. Luego pidió que le explicaran cuáles eran las otras alternativas que planteaban los demás para llevar más votos a Juntos por el Cambio.
El intendente anfitrión urgió a que haya definiciones. “No se puede decirle a otras fuerzas políticas que esperen cinco semanas a ver si podemos ponernos de acuerdo”, intimó. Y entonces puntualizó que en la entrada del hotel se había cruzado con el legislador Paulo Ternavasio, expulsado de FR luego de que el 8 de marzo votara en favor de Eduardo Cobos como ombudsman, cuando el mandato partidario era la abstención. (Ver “Hay que evitar...”) “No entiendo por qué no hay problemas en sumar a ese legislador y no a Bussi, que tiene 170.000 votos”, contrastó.
Argañaraz puntualizó entonces que él, como interventor, no podía propiciar el desbande del radicalismo, donde la mayoría no quiere un acuerdo con Bussi. “Será la mayoría que habla con vos”, le retrucó el intendente de Concepción, Roberto Sánchez.
Ante ese contrapunto, Argañaraz propuso convocar a los principales dirigentes del centenario partidario para que se adopte una decisión institucional acerca de si se acepta o se rechaza la incorporación de FR.
El diputado José Cano, en tanto, reclamó dialogar con franqueza y abandonar “la ficción” de que puede conformarse un único frente opositor. “El alfarismo no está en esta mesa porque no quiere. Y lo expuso en términos políticos claros: no quiere presentarse bajo el nombre Juntos por el Cambio, no quiere ir a las PASO y considera que, dado que gobierna la capital, le corresponde postular el candidato a senador”, describió.
El parlamentario propuso entonces que también se convoque a una mesa ampliada de Juntos por el Cambio, en la que se integre el alfarismo, las agrupaciones provinciales CREO y Participación Ciudadana y el partido nacional Republicanos Unidos. Y que entre todos decidan si se acepta incorporar a FR.
“Para eso armamos un frente. Y habrá que aceptar lo que la mayoría decida”, concluyó.
Bussi puso plazo a la espera: el titular de FR dijo que si a fin de mes no hay una definición de Juntos por el Cambio, armará su propia propuesta
“No estoy acostumbrado a estos cabildeos eternos de algunos radicales. Ni tampoco tengo por qué acostumbrarme. A fin de mes tomaré una decisión. No me someteré a tironeos insensatos”. Tajante, el presidente de Fuerza Republicana, Ricardo Bussi, puntualizó a LA GACETA ayer que junio lo encontrará asociándose a Juntos por el Cambio o propiciando otro espacio para enfrentar los próximos comicios. “Mi postura no ha variado: estoy a favor de conformar un frente de unidad de toda la oposición. Lo contrario es hacerle el juego al gobernador Juan Manzur, a quien le conviene enfrentar una oposición fragmentada. Así que las opciones son claras: estamos los que queremos ganarle al gobierno y los que, por el contrario, están apostando al triunfo de Manzur y por eso hacen todo lo posible para que vayamos divididos. Y lo digo tanto respecto de algunos radicales como del alfarismo”, manifestó el legislador. Agregó que, en realidad, lo que está en juego va más allá de las próximas elecciones. “Aquí se está jugando si queremos darles a los tucumanos una alternativa de poder distinta que el peronismo. Si nos aliamos hoy, le ganamos al oficialismo y en 2023 podemos cambiar el signo político de la gobernación. Eso tienen que saber los ciudadanos: los que nos quieren desunidos están trabajando para que nos sigan gobernando los mismos de siempre”, concluyó