DOLOR. El homicidio del mozo Diego Ramón Costilla generó escenas de dolor en Las Talitas, donde vivía.
A.A.R ya se sentó tres veces ante un juez esperando que le dictaran una pena en su contra. Hace meses fue encontrado penalmente responsable de un crimen y de una tentativa de homicidio, pero sigue esperando la graduación de la sentencia. Lo hace con la modalidad de arresto domiciliario, ya que hace más de tres años está detenido por el último hecho.
El joven, que nació el 30 de noviembre de 2001 está acusado de cometer tres homicidios: el de Adriana del Valle Chávez, ocurrido en octubre de 2016 (no afrontó cargos por ser inimputable), el de Carlos Sebastián Ruesja, registrado en enero de 2017 y el de Diego Ramón Costilla, sucedido en agosto de 2017.
A.A.R espera la condena por el crimen de Costilla. Según el fallo, lo mató para robarle la moto en la que se trasladaba a trabajar. También se le acumuló la causa por la tentativa de homicidio en contra de un celador del Instituto Roca al que atacó con una faca carcelaria.
En total, al adolescente de 19 años se le abrieron 41 causas en su contra. De ese número, cinco fueron abiertas cuando era inimputable, 28 fueron archivadas, cinco están en trámite, en una fue sobreseído y las dos restantes son por las que será enjuiciado.
Luego del crimen de Costilla, el acusado fue alojado en el Roca, donde permaneció hasta que cumplió 18 años. Entonces fue trasladado hasta el penal de Villa Urquiza donde permaneció más de dos años. Allí se recuperó de los severos problemas de adicción que padecía y comenzó a estudiar. En octubre pasado se le otorgó el arresto domiciliario porque se habían vencido todos los plazos para siguiera detenido. La Justicia resolvió que sea controlado con pulsera para evitar que se fugara. En cada audiencia que se realizó se le prorrogó la medida y hasta se le dio permiso para asistir al bautismo de su pequeña hija en la iglesia San Roque. El cuarto llamado a debate había sido pactado para el lunes, pero al ser declarado ese día inhábil, no se sabe cuándo se realizará la nueva citación.
Otro caso
La resolución del crimen de Enzo Mariani es otra que quedó en medio del problema. El operario de CCC fue asesinado en un asalto que se produjo el 18 de marzo de 2019. Por el hecho, a las pocas semanas fueron aprehendidos Omar Alejandro Monteros y C.N.A, -que tenía 17 años- al ser considerados autores del hecho.
La ex fiscala Adriana Giannoni los acusó a ambos de homicidio agravado. Monteros recuperó la libertad por un fallo dictado por el destituido Enrique Pedicone y a los pocos meses fue detenido por haber participado en el homicidio de Elías Robles, registrado en abril de 2020.
El fiscal Ignacio López Bustos adecuó la causa al nuevo código y, a través de un juicio abreviado, logró que ambos imputados se declararan culpables. En marzo, Monteros recibió la pena de 16 años de prisión y quedó pendiente la sentencia en contra de C.N.A. El miércoles, el acusado debería haber escuchado la pena que recibiría, pero se suspendió hasta nuevo aviso.
“Hay profesionales que deben presentarse en las audiencias para explicar detalles de la conducta de los imputados. Por alguna razón, eso no se estaría cumpliendo en el último tiempo. Hay una falta de colaboración entre los poderes, porque no es la primera vez que esto pasa”, comentó Mónica Pérez, la representante legal de la familia Mariani.
Agregó: “en nuestro caso la postergación tiene que ver con una suma de situaciones que tiene que ver con la agenda y con extensiones de audiencias, algo que sabemos que ocurre y que es común. Sin embargo, no dejan de ser factores negativos para las familias que esperan justicia y que lógicamente padecen estas esperas”.
