La postergación de las elecciones nacionales no ha atenuado las ansiedades en la oposición tucumana que en 2019 compuso Juntos por el Cambio. Por el contrario, esta semana ha mostrado que la búsqueda de acuerdos electorales ocupa un lugar central entre quienes fueron socios políticos hasta hace dos años. Y de acuerdo con la dinámica que están adquiriendo las discusiones, todo parece indicar que se encaminan a ser adversarios este año.
La principal novedad está dada por los encuentros que vienen manteniendo los cuatro intendentes de lo que fue el macrismo local. El capaitalino Germán Alfaro (PJS) y los radicales Mariano Campero (Yerba Buena), Sebastián Salazar (Bella Vista) y Roberto Sánchez (Concepción) almorzaron el fin de semana en Yerba Buena, en un encuentro que buscó “romper el hielo” antes que para hablar de política. Y el deshielo funcionó. Antenoche, los cuatro cenaron donde el presidente de la Sociedad Rural de Tucumán y referente del partido CREO, Sebastián Murga. Y hoy volverán a reunirse, esta vez en Concepción, y en un plano menos informal: cada uno irá acompañado por al menos dos funcionarios. Los jefes municipales abordarán cuestiones vinculadas con la gestión.
Ese diálogo institucional es, hasta el momento, el espacio de mayor entendimiento entre los opositores. Y, prácticamente, el único. Más allá se asoma un futuro cercano de divisiones.
El encuentro de hoy en la “Perla del Sur” será la antesala para la reunión de la mesa provincial de Juntos por el Cambio que, en principio, debería realizarse mañana, también en Concepción. Y en ese encuentro, el anfitrión, Sánchez, y su par Campero, plantearán una demanda concreta: ampliar el frente. Es decir, que no lo compongan, solamente, la UCR, el PRO, la Coalición Cívica y la Democracia Cristiana. Léase: que se abran las puertas para incorporar a Fuerza Republicana, presidida por el legislador Ricardo Bussi.
“La opción es clara: se arma un solo frente opositor y se definen las candidaturas en las PASO o estamos todos haciendo lo que le conviene al gobernador Juan Manzur”, sintetiza Campero en diálogo con LA GACETA. El jefe municipal se sumó a las discusiones de Juntos por el Cambio sólo en el segundo encuentro (criticó el primero, convocado por los presidentes de los partidos, al afirmar que era una reunión de “cuatro de copas”) “con la advertencia de que conformaré ese espacio sólo si hay amplitud para sumar a todas las fuerzas”, ratificó ayer.
Pero Bussi es el límite para la intervención de la UCR. “Honestamente, ya no sé de qué otra manera decir que mientras yo me desempeñe como interventor no habrá acuerdo con FR”, subrayó ayer el concejal José “Lucho” Argañaraz a este diario. “Si quieren sumar a Bussi deben pedirle al Comité Nacional que designe otro interventor”, redobló. Argañaraz, justamente, tiene mandato hasta el 30 de junio y se apresta a convocar a elecciones internas para regularizar el distrito del centenario partido, en fecha aún no determinada pero que, muy seguramente, será posterior al calendario electoral nacional. Como los frentes electorales (a partir de la postergación de las PASO acordada en la Cámara de Diputados) deben inscribirse hasta el 14 de julio, hay serias chances de que se prorrogue la designación de Argañaraz como interventor hasta que los radicales tucumanos voten sus propias autoridades.
El edil, por cierto, no se encuentra solo en su prédica. Esta semana, el legislador José María Canelada le cerró las puertas a un entendimiento con FR cuando remarcó que la UCR se halla “en las antípodas ideológicas” de ese partido. Luego, su José Ricardo Ascárate se ocupó de echar llave en la cerradura cuando puntualizó que trabaja para que el diputado José Cano sea candidato a senador y para que la senadora Silvia Elías sea candidata a diputada.
La resistencia contra Bussi, por cierto, también está dentro del espacio de diálogo institucional de los intendentes opositores. Campero y Sánchez, en la cena en casa de Murga, lanzaron la propuesta de “sentar” en esa mesa también al titular de FR. De hecho, el legislador asistió la semana pasada a la presentación en sociedad del partido CREO. En contraste, en abril, cuando asumieron las autoridades del PRO Tucumán, Bussi ni siquiera estuvo invitado. Sin embargo, la propuesta se encontró con la negativa de Alfaro y de Salazar.
Pero no sólo Bussi es un impedimento para que los cuatro intendentes sean, también, aliados electorales. “Estos no son momentos para hablar de candidaturas, pero sí para recordar que ya a mediados del año pasado, en LA GACETA, en el Partido por la Justicia Social propiciamos un entendimiento opositor con sólo dos condiciones: no incluye a Bussi y nuestro espacio pone el candidato a senador. No es un capricho: somos la fuerza política que gobierna en el principal distrito de la provincia. Esas condiciones no han cambiado”, ratificó Alfaro ayer a este diario.
El alfarismo no irá a las PASO a dirimir candidaturas. Lo ratificó en el Congreso, ayer mismo, la diputada Beatriz Ávila, quien ratificó la postura del PJS de que se suspendan las primarias por este año dado el contexto de pandemia y por ello se abstuvo de votar por la mera postergación. Puntualizó que el aplazamiento de esa votación sólo era “funcional” para el oficialismo nacional y para “algunos sectores” de Juntos por el Cambio, “que no han sido capaces de resolver sus internas y quieren que el ciudadano tenga que dirimirlas por ellos” en la segunda ola de covid-19.
Espacio socialdemócrata: socialistas y “boinas blancas” bregan por un espacio progresista en la provincia
Las agrupaciones políticas del espacio socialdemócrata abrieron formalmente el diálogo para establecer una agenda común en la provincial. Las nuevas autoridades del Partido Socialista mantuvieron un encuentro durante la mañana de ayer con el Movimiento Boina Blanca, de extracción radical, en la Casa de la Democracia, sede de esta última agrupación. El titular del PS, Roberto Domínguez, bregó por ampliar el espacio progresista en Tucumán. “Hay que desarrollar y ejecutar un programa contra la inseguridad y el desempleo, a favor del desarrollo de los tucumanos”, manifestó. Hizo hincapié, además, en que esos serán los ejes del frente político que aspira a construir el socialismo. El ex legislador Ariel García, líder del Movimiento Boina Blanca puntualizó que el contexto social, económico y sanitario, era tiempo de encontrar acuerdos en favor de la sociedad. “Es tiempo de construir un Tucumán del encuentro”, sostuvo.