“Atacó inesperadamente y mató a dos personas desarmadas. Un doble homicidio que se agrava porque las víctimas eran miembros de la fuerza. Naturalmente voy a pedir que se lo condene a prisión perpetua (35 años); pero, honestamente, si pudiera le pediría más años de pena”, dijo para finalizar su alegato la fiscal de Cámara, Estela Giffoniello.
El 31 de mayo, según lo previsto, tendrá la posibilidad de decir sus últimas palabras Máximo Alejandro Abraham, el acusado de haber asesinado el 13 de febrero de 2019 a los policías Sergio Páez González y Cristian Peralta en el parque 9 de Julio. Luego de que se exprese, el tribunal integrado por los jueces Alicia Freidenberg, Fabián Fradejas y Stella Maris Arce dictará sentencia sobre la acción penal y civil del caso.
“Una verdadera testigo”
La fiscal destacó la valentía del testimonio de Carla, la mujer trans que presenció el hecho y que compareció ante la Justicia con el nombre que figura en su DNI, Ramón Andrés Rojas. “Carla describió el ataque con una precisión que sólo tienen los testigo verdaderos”, subrayó Giffoniello, quien planteó que esa madrugada Abraham subió en su camioneta Toyota Hilux blanca a Carla y la llevó frente a la casa del obispo Colombres.
“Carla dice que cuando se disponía a brindarle sus servicios a su cliente, llegaron dos policías jóvenes que se acercaron a pie al vehículo. Contó que Abraham, sin ningún motivo, ni aviso, sacó una pistola, que hoy ya sabemos que era un arma letal calibre 11,25, y les efectuó varios disparos a las víctimas. Páez González recibió un disparo en el parietal izquierdo y otro en el esternón. Falleció en el lugar. Peralta sufrió heridas graves por las que murió desangrado, los médicos no pudieron parar la hemorragia”, reconstruyó la representante del ministerio Público. “Los policías no tuvieron oportunidad de sacar sus armas, se bajaron ‘palomas’ a revisar el vehículo, así dijo la testigo”, agregó.
Giffoniello remarcó que Abraham planteó la coartada de que esa noche viajó a Aguilares y a Lules con una amiga, pero que esa joven lo contradijo al declarar que sólo estuvieron en Lules.
El abogado querellante, Jorge Lobo Aragón, argumentó: “yo voy a agregar que a los disparos los hizo a corta distancia, que la principal testigo describió cómo era la camioneta, la misma que registraron las cámaras del parque. Destaco que la testigo lo señaló en la rueda de reconocimiento y que además el ADN de Rojas estaba en la camioneta de Abraham. Todo esto prueba su autoría en este hecho. Luego añadió que el rastreo de llamadas mostraría que Abraham huyó hacia Aguilares tras el crimen. “Dejó allí la camioneta para que la refaccionaran y se regresó por otros medios a la capital”, sostuvo.
Lobo Aragón y la abogada Mariana Santos Nassif, que llevó la acción penal y civil en favor de una de las viudas, también pidieron la pena perpetua.
“No hay coincidencia”
“Si bien es cierto que podría haber elementos para la acusación, todo esto se sostuvo sólo en base a testimonios, los cuales no son coincidentes. Algunos testigos dijeron haber visto una camioneta blanca, otros una gris y otros una marrón. El hecho de ser dueño de una Hilux no es prueba para implicarlo en este hecho”, fundamentó la defensora de Abraham, Marta Elena Rojas.