Por Carlos Werner
17 Mayo 2021
FIGURA. El debutante Leonardo Alan Díaz fue determinante durante los 90 minutos.
Que Boca haya pasado a semifinales es porque Rossi -ese arquero en ocasiones manos de flan- cambió sus errores durante el partido por dos “atajadones” en la definición. Porque quienes estaban en la lista para patear penales -exceptuando el irresponsable de Cardona-, se tomaron muy en serio no sólo a la situación sino también al novato arquero Díaz, gran “culpable” de que el juego haya llegado a esa instancia. Porque, como dijeron varios jugadores, había que ganar como sea, no importaba otra cosa (y no hablemos del ilícito gol de Tevez). Si el parchado River post 15 casos de covid-19 se hubiera animado más, chau. Es que Boca perdonó en los 90’. Sufrió. Se metió en su propio laberinto. A veces, aunque las cosas tiendan al caos, surgen cosas que cambian destinos. El “Xeneize” las encontró. Y es un mérito. Pero nada sobró.
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