Axel Kicillof, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires (Frente de Todos), presentó esta semana en la Legislatura bonaerense un proyecto para facultar al Poder Ejecutivo, en el nivel que él conduce, a iniciar las negociaciones y celebrar los contratos que resulten necesarios para la adquisición de vacunas destinadas a generar inmunidad adquirida contra la covid-19.
Horas antes, el ex jugador de fútbol y ahora entrenador del San Jose Earthquakes, en Estados Unidos, Matías Almeyda, había comunicado que, luego de la muerte de su padre en el municipio bonaerense de Azul, intentó adquirir vacunas para los vecinos de esa ciudad, pero que no pudo porque el sistema "está hecho así" y se maneja entre gobiernos, "sobre todo para Argentina".
Semanas atrás, el jefe de Gabinete de la Nación, Santiago Cafiero, había declarado que las provincias y ciudades podían comprar vacunas por su cuenta, al igual que los privados. En esa línea, la oposición ya había presentado en el Congreso al menos dos proyectos para autorizar las compras a gobernadores e intendentes, siempre y cuando se establezcan lineamientos que garanticen la equidad, igualdad y el orden de prioridad.
¿Qué dice la legislación actual? No existe ningún obstáculo legal que impida las adquisiciones. En noviembre del año pasado, el Gobierno de Alberto Fernández promulgó la Ley 27.573, que se declara de interés público la investigación, el desarrollo, la fabricación y la adquisición de las vacunas destinadas a generar inmunidad adquirida contra el coronavirus. Sin embargo, en la práctica la situación es distinta y esta complejidad se debe principalmente a dos razones: la logística y la disponibilidad de cada una de las vacunas.
El tucumano Pablo Yedlin, diputado nacional del Frente de Todos y presidente de la Comisión de Acción Social y Salud Pública de la Cámara de Diputados de la Nación, explica a Chequeado.com que las vacunas Pfizer y Astrazeneca/Oxford son aptas para su comercialización por parte de públicos y privados porque están registradas por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) e inscriptas en el Registro de Especialidades Medicinales (REM).
En cambio, las vacunas Sputnik V y Sinopharm están autorizadas para uso de emergencia por el Ministerio de Salud de la Nación, por lo cual no pueden ser compradas.
Otro escollo es que algunos laboratorios ya explicitaron que no venden vacunas al sector privado. Pfizer aclaró públicamente que por el momento no se encuentra disponible ese tipo de ventas y Astrazeneca enfatizó que sus compromisos son con los gobiernos y las organizaciones internacionales de salud. Esta semana, una funcionaria del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires manifestó a pares suyos en Estados Unidos su intención de comprar vacunas. Córdoba, Mendoza y Tierra del Fuego también dijeron que inicaron gestiones. Sin embargo, hasta el momento, ninguna lo consiguió. En Tucumán ni en sus provincias hubo anuncio alguno.