“Temo que el Clan Ale me haga algo”

“Temo que el Clan Ale me haga algo”

Fabián “Spiri” Díaz, testigo clave en el caso del crimen de Cabrera, dijo que desde hace años que vive atemorizado de que le pase algo.

“Temo que el Clan Ale me haga algo”

“No me presenté en la audiencia porque no había sido notificado. Pero sí, tengo miedo, temor por mi vida”, explicó Fabián “Spiri” Díaz, el testigo clave en el caso en contra de un miembro del clan Ale que comenzó a ser enjuiciado por el crimen de Roberto Salvador Cabrera, ocurrido el 8 de febrero de 2008.

Cabrera (24 años) se encontraba en una esquina conversando junto a unos amigos. De pronto, se presentó una camioneta Toyota Hilux en la que se desplazaban cuatro jóvenes. Se produjo una pelea que terminó cuando dos de los ocupantes del vehículo comenzaron a realizar disparos. La víctima recibió un balazo en el estómago y agonizó hasta que falleció 16 días después. Por el hecho fueron acusados “Spiri” y los menores E.S.A y F.R.A.

La causa fue investigada en un primer momento por Arnoldo Suasnábar. Cuando estaba al frente de la pesquisa, se presentó Díaz a Tribunales y reconoció haber sido el autor del crimen. Por diferentes problemas, ese fiscal se apartó de la causa y el expediente quedó en manos de la ex fiscala Adriana Giannoni.

Lo primero que hizo la investigadora fue otorgarle la libertad a “Spiri” porque en rueda de reconocimiento, ninguno de los testigos lo reconoció como el autor del disparo mortal y apuntaron al miembro del Clan Ale y a otro menor de edad.

Pasaron dos años para que comenzara a descubrirse que había un manto de encubrimiento en el caso. En 2010, Díaz y su madre dijeron en tribunales que el padre y el tío del acusado se habían presentado en su casa, ubicada al frente del estadio de San Martín, para agredirlo.

“Fueron tiempos muy difíciles. La Justicia puso una custodia en mi casa, pero lo mismo seguían presionando y amenazándome. En la cancha, en la calle y hasta en nuestra propia casa. No podía vivir más así y me atreví a contar todo. Pero no sirvió de mucho”, indicó “Spiri”.

En julio 2011, cuando la investigación del crimen parecía estancada, “Spiri” se presentó en Tribunales y dijo que había acordado con el clan Ale hacerse cargo del crimen de Cabrera para que su pariente no tuviera problemas judiciales. “Pensé que así dejarían de molestarme, pero no fue así. Se pusieron peor con el paso de los años”, indicó.

Pasaron más de 13 años del homicidio hasta que el viernes pasado se dio un importante avance. La causa se adecuó al nuevo código y el juicio está cada vez más cerca de realizarse. “Estos 13 años fueron una pesadilla para mí. Todo este tiempo estuve viviendo una pesadilla”, dijo Díaz, que también está acusado del homicidio, pese a que Giannoni solicitó que se lo enjuicie por encubrimiento.

“En todo este tiempo me acusaron de hechos que no cometí y misteriosamente asesinaron a mi madre en noviembre de 2018. La mató una persona que era conocida de nuestra familia y hasta el día de hoy no entendemos por qué lo hizo. Sí sabemos que fue a los pocos días de que sacaran la custodia de casa”, explicó el testigo clave.

Díaz insistió en que quiere estar presente en el juicio. “Pretendo que se acabe con todo esto. En tantos años, por decir la verdad, me hicieron un montón de cosas. Hasta dejaron una chica que sufrió de un abuso en mi casa para que me inculparan en ese caso. Lo que llevo no es vida”, concluyó.

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