Fue una noche frenética, en la que los celulares no paraban de sonar. A horas de la interpelación al ministro de Educación, Juan Pablo Lichtmajer, legisladores de uno y otro lado del peronismo intercambiaban impresiones acerca de la inconveniencia de sostener un escenario de disputa. Incluso, algunos de los oficialistas sugirieron que el funcionario del gabinete del gobernador Juan Manzur no llegara al recinto. No hubo caso. Tampoco un punto de acuerdo. El final de la convocatoria sigue tan abierto como antes, aunque algunos miembros del Poder Ejecutivo vislumbran la posibilidad de que, tras la exposición de Lichtmajer, se aplace la resolución acerca de la aprobación o no del informe (tendría 15.000 fojas).
Manzur suspendió ayer algunas recorridas por el interior provincial, con el fin de analizar los posibles escenarios de la sesión especial de hoy. También habló con funcionarios de la Casa Rosada. De esas charlas, diseñó la agenda de actividades que hoy desplegarán el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y los ministros Eduardo “Wado” de Pedro (Interior), Matías Kulfas (Desarrollo Productivo) y Gabriel Katopodis (Obras Públicas). Habrá recorrida de obras y de fábricas en Aguilares y en Concepción. Pero todas las miradas y los oídos estarán puestos en la cumbre que, inicialmente, se prevé realizar en el Hipódromo, y al aire libre, por aquello del protocolo sanitario. Allí se prevé convocar a los principales referentes políticos que responden al gobernador y presidente del PJ local.
Los cuatro funcionarios llegarán a esta ciudad después de las 14, se informó a LA GACETA en la Casa de Gobierno, tal vez en el mismo momento en que Lichtmajer esté rindiendo cuentas en la Legislatura, en la sesión que será presidida por Osvaldo Jaldo. El titular de la Cámara estuvo ayer visitando a algunos legisladores del interior, con el fin de diseñar la estrategia que hoy se desplegará durante la sesión. Según trascendió, la orden es tratar de evitar la confrontación.
La grieta entre el gobernador y el vicegobernador se agranda. La Casa de Gobierno interpretó como una dura estocada de Jaldo el cambio en la conducción de la comisión de Juicio Político, ahora dirigida por el jaldista Raúl Ferrazzano. Manzur no digiere el desplazamiento de Zacarías Khoder, que ahora se desempeñará como vicepresidente. El gobernador cree, además, que tras la citación a Lichtmajer, el jaldismo y la oposición irán por el ministro de Seguridad, Claudio Maley.
Jaldo, a su vez, trata de consolidar el bloque Justicialista para Todos en la embestida del Ejecutivo que trae a ministros nacionales, con la idea de mostrarle que está en la vereda de enfrente, como opositor, tal como lo tildaron desde el manzurismo. El vicegobernador sigue asegurando que, más allá de los embates del manzurismo, continuará dentro de la estructura del Partido Justicialista, que lo tiene como vicepresidente del distrito Tucumán. Jaldo había protagonizado el lunes último un cruce de declaraciones con el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, quien opinó que el compañero de fórmula de Manzur recorre un camino equivocado, al propiciar la interpelación de Lichtmajer. “Hay que decirles a aquellos legisladores de origen peronista que no se confundan. ¿Qué tiene que ver el peronismo con votar conjuntamente con el PRO, el radicalismo o el bussismo? No podemos interponer situaciones de mezquindad y especulación política frente a una situación de enorme complejidad y de enorme compromiso de la Provincia”, había dicho Trotta. “Respeto las opiniones del ministro. Simplemente la parte que hace referencia a mi persona no la comparto”, contestó Jaldo en aquella oportunidad.
Más allá de la puja política entre Manzur y Jaldo se tendieron puentes entre legisladores que responden a uno y otro. “El agua no debe llegar al río y estamos trabajando para que eso no pase, porque ahora hay que asegurarle 450.000 a 500.000 votos al Frente de Todos y luego pensar en 2023”, coincidieron parlamentarios de uno y otro sector. Moderación es el término más usado en esas charlas para definir las futuras declaraciones que eviten profundizar la grieta justicialista.