En la historia literaria hay autores que perviven en la profusa memoria de los lectores y otros que ingresan en el río del olvido. Quizás Peyrou haya estado por un momento en los injustos pasillos del olvido. Pero al leer los volúmenes el lector podrá corroborar que el tiempo no ha horadado el brillo de las páginas; los textos no solo han sobrevivido sino que han salido indemnes del fuego pernicioso de la historia. "Es que en algún plano invisible existe el asesinato en sí, como una fuerza autónoma; a veces anda en el aire un asesinato buscando la colaboración de una garganta y de un estrangulador". Bastan estas líneas del cuento “Diana Lancaster, 25 años, soltera” para pensar que Manuel Peyrou es un autor insoslayable.
El volumen Decadencia de la antropofagia contiene cuentos inéditos y textos críticos que se habían publicado en los diarios La Prensa y Crítica entre 1934 y 1974: “El teléfono” narra la decisiva operación que realiza una mujer que ha quedado sola luego de la muerte de su esposo y del viaje de un hijo. La ironía y el oportuno desenlace caracterizan a los relatos “El vendedor de Biblias” y “La confesión”. “Decadencia de la antropofagia” es un experimento intelectual sobre la antropofagia, un texto conjetural que cruza la narración con el ensayo. En “Bancarrota” un hombre le comunica a su esposa que, a raíz de la crisis bancaria, ha perdido todo su dinero. La mujer, menos interesada en él que en su chequera, quiere divorciarse. A partir de esta anécdota trivial, Peyrou narra un diálogo y ensaya una disquisición sobre las relaciones de los humanos con lo útil y un retrato psicológico y humorístico sobre las pasiones.
En “La trampa” dos desconocidos dialogan en un bar. Con una habilidad inusual, Peyrou dibuja sutilmente el perfil de un gordo extranjero –una especie de filósofo pueril y mundano– que discurre sobre el sentido de la propiedad, sobre cómo les tomamos cariño a las cosas y sobre qué significa hacerse una idea de la posesión. Este cuento es, y lo digo sin pudor, una pieza perfecta. Con la minuciosidad de una pieza de relojería y bajo la figura del retruécano melancólico, “La infiel” narra los actos que realiza una mujer para construir la máscara de la infidelidad con el único propósito de la venganza. En “La solterona”, dos compañeras de trabajo se quejan del “adulón” Don Alberto, un joven empleado que ha adquirido los hábitos y el comportamiento de un viejo antes de tiempo.
El estruendo de las rosas es su primera novela y fue publicada en 1948: urde una trama de intrigas y conspiraciones y entreteje capítulos dedicados a un análisis crítico de Hamlet y el policial y a evocar la copiosa mitología nórdica. Peyrou escribió una novela policial en la que no se privó de las alusiones literarias y de las referencias musicales (el ministro Buhle dice no recordar el nombre del musicólogo Hanslick pero sí reconoce su teoría musical). Félix Greitz es acusado de matar al doble del dictador Gesenius. Curiosamente, el nuevo dictador Boström elige al acusado, Greitz, como investigador del asesinato del verdadero Gesenius. Los sospechosos abundan: Clara (esposa de Félix), Schumacher, el esbirro Kulpe, los médicos Schultz y Burmeister (aunque este es asesinado en el camino). Félix y el agudo ministro Buhle indagan en pistas distintas. En el medio aparecen mujeres intrigantes y profusos saboteadores. Cada uno encuentra sus razones y sus coartadas. Buhle es metódico y obstinado; Greitz es inteligente y escurridizo: hace todo para salvar a su mujer. Hacia el final, Buhle y Greitz mantienen un duelo verbal que define el sentido del misterio. Con la creación de una geografía imaginaria, plagada de nombres alemanes, rubias, trabajadores cansados de la tiranía, Peyrou ha escrito una pieza ingeniosa y verosímil que hace nítidas alusiones a la dictadura nazi y al peronismo. El estruendo de las rosas es un ejemplo de la versatilidad del autor y del dominio de los códigos del policial.
En Decadencia de la antropofagia, La espada dormida o La noche repetida hay cuentos que se elevan a la cúspide de lo memorable. Manuel Peyrou ha publicado novelas y cuentos con un dominio del idioma y un humor indispensables.
REEDICIÓN: EL ESTRUENDO DE LAS ROSAS / DECADENCIA DE LA ANTROPOFAGIA MANUEL PEYROU
(Libros del Zorzal – Buenos Aires)
Fabián Soberón © LA GACETA