Matheo Bautista Sánchez ingresó al quirófano esta mañana y su familia, en especial su mamá, pide rezar por “el migrado de Tucumán”. Así lo llamó Lorena Sánchez a su hijo de 14 años, quien recibió un disparo en el pecho para evitar que la asaltaran unos motochorros en el barrio San Francisco, el pasado 17 de abril.
“Está siendo operado. Primero le hacen una neurocirugía para extraerle la bala y luego le van a hacer una intervención traumatológica para ponerle una prótesis en la columna”, contó Lorena, en diálogo con LA GACETA, desde el Hospital de Niños, donde está internado el adolescente.
La intervención puede ser larga, por lo que pidió orar por la salud de Matheo, quien la semana pasada salió de terapia intensiva y fue trasladado a una sala de terapia común, donde esperó esta operación que fue postergada unos días por un cuadro de fiebre.
El proyectil ingresó por la zona torácica del lado derecho y en el trayecto perforó el diafragma y ocasionó lesiones en el hígado. La bala está alojada cerca de la columna vertebral. Por todo esto, la vida de Matheo ya es un milagro para Lorena. Ella agradece el acompañamiento que tuvo durante este tiempo de sus vecinos y de las personas que se solidarizaron en este traumático momento.
El caso
Lorena, de 46 años, y su hijo Matheo habían ido el sábado 17 de abril a donar ropa a un hogar en Torres Posse al 1.800. A las 18 aproximadamente, el adolescente se bajó con la bolsa mientras su mamá esperaba en la moto, sin reparar que dos motochorros.
Uno de los delincuentes fue directo a Matheo y, sin decir nada, le disparó al pecho, ante la desesperación de la mujer, que dejó la moto para socorrerlo. En eso, el hombre que había disparado robó el celular del chico, se subió a la moto de la mujer y huyó. Los vecinos llamaron a una ambulancia que trasladó al adolescente al hospital, donde lucha por su vida.