Sacta, alerta por el fomento al bioetanol

Sacta, alerta por el fomento al bioetanol

El régimen del sector vence en mayo.

02 Mayo 2021

La Sociedad Argentina de Técnicos de la Caña de Azúcar (Sacta) mostró su preocupación respecto al pronto vencimiento del fomento de biocombustibles dispuesto por la ley nacional 26.093. “La situación de la norma es que vence el 12 de mayo y todavía no se visualiza en el horizonte qué es lo que hará la Cámara de Diputados al respeto, si se prorroga o en enmarca una nueva disposición. Lo cierto es que se requiere la participación de los factores que saben sobre el tema y que sean representativos del sector bioenergético para tener una ley adecuada”, expresaron desde Sacta. “El sector necesita un marco regulatorio que mire el futuro a largo plazo y sea consistente con mitigar el cambio climático que el mundo requiere”, agregaron desde la entidad.

La Sacta fue cointegrante del comité organizador del XXX Congreso de la Sociedad Internacional de Tecnólogos de la Caña de Azúcar que se realizó en nuestra provincia en 2019, un hito histórico porque en sus debates se visualizaron los avances logrados en la transformación de la industria, que está pasando raudamente de un status de productora de alimentos a una industria bioenergética.

“En este sentido la Sacta manifiesta sobre el cambio climático que la primera alerta oficial se lanzó durante la 1ª Conferencia Mundial sobre el Clima, realizada en Ginebra en el año 1979, a posteriori de la cual se crean el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) en 1988 y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en 1992, y se celebra la primera Conferencia entre Partes (COP1) en 1995. En 1997 se realiza la COP3, en la que se establece el llamado “Protocolo de Kyoto”, que comienza a solicitar a los países miembros el establecimiento de compromisos formales de reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero. Durante la COP4, celebrada en Buenos Aires en 1998, nuestro país presenta el primero de sus compromisos, y paralelamente comienzan a surgir líneas de financiamiento internacional para inversiones verdes, entre ellas los llamados “bonos de carbono”, reforzadas luego en 2010 en Cancún (COP16) con la creación del Fondo Verde para el Clima”, recordó la entidad. “Los hitos siguientes (año 2015) fueron el establecimiento de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS, o SDG por sus siglas en inglés) por parte de la ONU, y el Acuerdo de París (COP21), en el cual se establece el objetivo de ‘lograr el equilibrio entre los gases emitidos y los que pueden ser absorbidos, a más tardar al inicio de la segunda mitad del siglo; en otras palabras, ser carbono neutral’. Al año siguiente (2016) Argentina informa que su Contribución Determinada a nivel Nacional (NDC) será de una reducción de entre el 15% y el 30% de sus emisiones”.

Al compromiso asumido en 2016, el nuevo gobierno nacional sumó otro todavía mayor: en el año 2020 y durante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el presidente Alberto Fernández informó que nuestro país “adopta al cambio climático como política de Estado”. Por eso definió con miras al 203 una meta que “limitará las emisiones de gases de efecto invernadero a un nivel 26%”. En enero de este año, durante la Cumbre de Adaptación Climática 2021, Fernández reafirmó la meta de mitigación o reducción respecto a las emisiones de la Argentina para el 2030 comprometida en la cumbre anterior, diciendo finalmente que la misma “representa un compromiso incondicional, que incluye a todos los sectores de la economía”.

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