Carlos Sánchez contó cómo transitó la covid y admitió que experimentó la cercanía de la muerte
Si bien no temió por su propia deceso, porque en ningún momento se sintió muy mal, el arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, admitió que al transitar la covid-19 experimentó intensamente la cercanía de la muerte y de la soledad.
"Yo al principio estaba solo en una piecita. Pero sabía que había otros enfermos; y les preguntaba a los médicos, a los enfermeros por aquellos, para rezar; para darles la bendición desde mi cama. Esa cercanía con la enfermedad, con la muerte, es una experiencia como la que vivió Jesús crucificado", dijo el arzobispo, que precisamente conoció que se había contagiado al inicio de la Semana Santa, época durante la cual los católicos conmemoran la pasión y la muerte de Cristo.
Trascartón, el religioso continuó el parangón entre la experiencia de las consecuencias de la pandemia de coronavirus con lo que la Biblia cuenta que padecío Cristo. "Lo mismo le tocó a Jesús; y así como él tenía una María, unos discípulos amados, que lo acompañaban, a nosotros nos acompañan tantos hermanos: todo el personal sanitario, desde los médicos hasta los que realizan la limpieza. Nos están cuidando; yo los he visto actuar", dijo Sánchez.
Respecto de su vivencia, monseñor contó al conductor del ciclo, Federico van Mameren, cómo la transitó. "Ese día teníamos la misa carismal, pero me dijeron que no podía celebrarla; que me encierre. Imagínense lo que es para un obispo la Semana Santa; teníamos todo organizado, y no pudimos hacerlo", recordó.
Añadió que lo vivió como una experiencia religiosa. "Sentí que ese Jueves Santo el Señor me dijo 'Dame; yo tengo el control de tu vida'. Y es una experiencia muy fuerte; porque es una experiencia de fe, de entrega, de abandono; de dejarse cuidar, de dejarse querer, de saberse frágil, limitado. El señor me dijo 'yo soy el dueño de tu vida, de tu tiempo'. Con esta pandemia el señor nos pateó el tablero", narró el arzobispo.
Van Mameren le indicó que mientras él estuvo internado pudo verse una sociedad crispada, probablemente harta por las restricciones, pero a la vez temerosa de las posiblemente mortales consecuencias de la covid-19. Sánchez consideró que a la ciudadanía aún le falta crecer. "Debemos ser más responsables; debemos crecer mucho en fraternidad, como hermanos. Debemos saber que el otro es mi hermano; y necesita que lo custodie, que lo ayude, que lo sostenga. Las normas sanitarias son muy sencillas: distancia, barbijo, airear los espacios, satinizarse con alcohol", indicó.
Subrayó, además, la condición dual de la sociedad. "Ante unas situaciones somos solidarios; y ante otras, muy egoístas. Hay que crecer en responsabilidad; en hacernos cargo, de nosotros y del otro. Hay muchísima solidaridad, compasión, servicio. Por eso me alienta la esperanzo", destacó.
El conductor del programa volvió a llevar al entrevistado al momento cuando se encontraba internado con covid-19. Le preguntó si tuvo un momento de introspección, y si sintió que le quedaban cosas por hacer en la vida. "Uno siempre tiene deudas; uno siempre quisiera entregar más, servir mejor. Gracias a Dios, yo no estaba tan mal. Pude usar el celular, mandar mensajes; pude pedir perdón", respondió.
Finalmente, señaló que, aunque no puede precisar cuándo, el papa Francisco le dijo en 2018 que visitaría la Argentina. "Él nos ha dicho a los obispos argentinos que va a venir; no sé por qué no viene, pero nos ha dicho que va a venir", dijo.