29 Abril 2021
BAJO ESTRICTOS PROTOCOLOS. Profesores y alumnos trabajan respetando la distancia social y con el barbijo puesto todo el tiempo.
Gracias a la solidaridad tucumana se ha cumplido el sueño de una institución que se dedica desde hace años a trabajar para mejorar la alimentación de los sectores más vulnerables de la provincia. El Banco de Alimentos de Tucumán ha logrado construir su propia escuela de cocina, que fue recientemente inaugurada, en el edificio donde funciona su sede.
Hace más de 10 años que allí se dictan talleres de cocina destinados a integrantes de las más de 100 organizaciones beneficiarias, con el objetivo darles herramientas para mejorar la alimentación en sus organizaciones o zonas de influencia, como así también para ayudar en la inserción laboral e impulsar el desarrollo de sus propios emprendimientos.
“Dado el éxito de dichos talleres, comprobamos que la cocina es una herramienta de cambio social. Es por esto que nos vimos ante la necesidad de reformar ediliciamente el área de capacitaciones de nuestra sede”, contó Josefina Correa, directora del Banco de Alimentos. “Gracias al compromiso de nuestra madrina -Lara Bernasconi- que realizó un evento a total beneficio de nuestra institución, obtuvimos los fondos para construir nuestra propia escuela de cocina”, agregó.
NUEVAS INSTALACIONES. La cocina está totalmente equipada.
Explicó que si bien el foco de la misión del Banco de Alimentos está en mejorar la alimentación de miles de tucumanos todos los días, el contacto con la realidad de los sectores más vulnerables de su comunidad los alienta al desarrollo de proyectos que se orientan a colaborar con la educación y el desarrollo integral de las personas, conociendo las necesidades de sus beneficiarios y trabajando para satisfacer las necesidades básicas de cada uno de ellos.
Modelo educativo
La Escuela de Cocina del Banco de Alimentos propone un modelo educativo innovador, que se apoya en el aprendizaje práctico. El protagonista es el alumno, ya que él mismo irá descubriendo el conocimiento y se irá autosuperando en función de sus competencias y habilidades. Dentro de este proceso los docentes actúan como guías. “Nuestro modelo educativo valora los conocimientos, las habilidades y la actitud de cada alumno, dentro de un marco interdisciplinario que promueve la relación de varias áreas del conocimiento”, explicó Pablo Grandval, presidente del Banco de Alimentos.
Lara Bernasconi, modelo y empresaria, colabora con dicha ONG en su ciudad natal desde hace 10 años. “Junto al Banco de Alimentos conocí personas y escuché historias de vida que me motivan día a día a trabajar por esta causa. Apoyé desde el primer momento este nuevo proyecto porque estoy convencida que esta escuela de cocina es una gran oportunidad para capacitarse y de esta manera transformar vidas”, aseguró.
En Tucumán
El Banco de Alimentos de Tucumán es una organización sin fines de lucro que contribuye a reducir el hambre, mejorar la nutrición y evitar el desperdicio de alimentos. Busca ser un puente entre los que sufren de hambre y aquellos que deseen colaborar a través de un canal transparente y eficiente que le garantice que su donación llegará a miles de personas que no tienen asegurada su alimentación.
ORGULLO. Las alumnas muestran los platos que elaboraron en la cocina.
¿Cómo lo hacen? Rescatan alimentos que reciben en donación de industrias alimenticias, productores agropecuarios y supermercados. Son alimentos que salieron del circuito comercial y están perfectamente aptos para ser consumidos. Les dan valor social a los alimentos que perdieron valor comercial (productos con fecha de vencimiento corto, excedentes de producción, error de envasado, entro otros). Además, desarrollan campañas de recaudación de fondos para adquirir aquellos alimentos que no reciben en donación.
En 2020 el Banco de Alimentos logró entregar el equivalente a 3 millones de platos de comida, es decir que distribuyó un poco más de 1 millón de kilos de alimentos y productos.
De esta manera, colaboró con la alimentación de 47.700 personas por día, un 35% más que en 2019, y llegó a ellas a través de 124 organizaciones sociales (comedores sociales, cocinas comunitarias, merenderos, hogares, escuelas rurales, etcétera) ubicadas en toda la provincia de Tucumán.
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