El dólar se puso en "modo electoral"

El Gobierno nacional comienza a utilizar el tipo de cambio como un ancla inflacionaria por cuestiones electorales y desembolsa millones para mantener, con relativa tranquilidad, al dólar Contado con Liquidación. En lo que va del año, el Banco Central (BCRA) compró U$S 3.375 millones gracias al boom de los precios de los commodities, mientras que las reservas crecieron solamente U$S 799 millones (el 24% del total). Si bien una parte se utilizó para saldar deuda de organismos internacionales (U$S 830 millones), gran cantidad de esas divisas se fueron para sostener a los dólares paralelos, indica un reporte de la Fundación Libertad y Progreso.

El "blue" subió ayer $ 3 y se ofreció a $ 161 por unidad en el circuito informal. Así, acumula una ganancia del 14% en lo que va de abril, cerca de $ 20 por unidad. De esta manera, creció la brecha respecto del tipo de cambio oficial, que ahora el 72%. El incremento registrado en esta variante de cotización responde fundamentalmente al proceso de dolarización de carteras por parte de algunos fondos extranjeros que tienen tenencias de títulos en pesos.

El Central liberó unos $ 18.000 millones en la última licitación de las Letras de Liquidez (Leliq) y eso puede llegar a volcarse a la compra de dólares en los próximos días, lo que impulsaría aún más al informal. De todas maneras, la entidad que preside Miguel Pesce no dejó de lado su política compradora que se viene registrando en los últimos meses.

Esa compra de divisas es un camino de doble vía, advierten los analistas del mercado, ya que para concretarlas el Central emite pesos que vuelca en la plaza. A su vez, para evitar un desborde de la base monetaria, también recurre a los denominados mecanismos de esterilización, como son los pases pasivos y las Leliq.

Respecto del dólar oficial, el Gobierno venía devaluando al ritmo de la inflación para que el tipo de cambio no se atrase. Sin embargo, hace dos meses tomó la determinación de cambiar el rumbo de esta tendencia. La inflación se aceleró; el gobierno temió un traslado a precios y pisó el tipo de cambio. El dólar se suma a la lista de precios intervenidos en donde se encuentran las tarifas de los servicios públicos y los productos incluidos en Precios Cuidados y otros programas de congelamientos de precios, puntualiza el informe de Libertad y Progreso.

Según el economista Diego Piccardo, se trata de una estrategia “electoralista y de corto plazo” y advirtió que “la política económica no está enfocada en los problemas reales que tiene Argentina, sino que lo que busca es llegar con las variables económicas relevantes artificialmente controladas. En el caso del tipo de cambio, se nota claramente el inicio del “Plan Guzmán” de llegar a las elecciones con el dólar tranquilo. Al dólar se le suman otras variables como las tarifas y los controles de precios. Los costos de estas medidas los pagaremos más adelante”.

Iván Cachanosky, economista Jefe en la Fundación Libertad y Progreso, señala que hay que tener mucho cuidado con ese análisis “ya que el IPC mide en gran medida servicios que no están atados al dólar oficial mientras que más bien son los precios mayoristas los que tienen un mayor correlato con el dólar oficial”. A su vez, Aldo Abram, director de la Fundación, sostiene que la evolución del valor de casi todos los precios de los bienes que están en las góndolas de los supermercados depende del tipo de cambio mayorista; ya que se exportan o importan. Sólo una minoría de estos últimos, que no cuentan con acceso al mercado “cepo”, dependen del dólar paralelo. "Por lo tanto -explica-, el BCRA busca disminuir el incremento de los productos de la canasta básica para que la gente llegue a las elecciones mejor predispuesta con el gobierno. El problema es que el creciente atraso cambiario genera perjuicios económicos y, seguramente, luego de que la gente haya votado, habrá que corregir esta distorsión con varios meses de fuerte suba del tipo de cambio oficial. Esto no es nuevo, ya lo hicieron en 2013-14”.