Universidad Pública o Privada. Escuela Monetaria o Keynesiana. Fanáticos de expectativas racionales o de la economía del comportamiento.
No importa cuál sea la doctrina que se siga. Existe un único consenso universal entre las diversas corrientes económicas. Ante un examen “Verdadero o Falso” la respuesta de un economista siempre será la misma. Depende.
“Depende, ¿de qué depende?, de según como se mire todo depende”, reza la popular canción del conjunto español Jarabe de Palo
La emisión no genera Inflación
Si la emisión genera inflación, ¿qué pasa en Estados Unidos? En el país del Norte, al menos 1 de cada 2 dólares en circulación fue emitido durante el último año. A pesar de ello, las expectativas de inflación si bien se aceleraron, no superan el 2,5% anual.
La velocidad y la magnitud de la respuesta a la crisis producto de la pandemia, no tuvo precedentes. La forma de inyectar esos billones de dólares en la economía fue principalmente a través de lo que se conoce como “quantitative easing” (QE) o flexibilización cuantitativa.
La Reserva Federal de los Estados Unidos es la encargada de comprar activos financieros en un intento de contener la caída de sus precios en los mercados bursátiles. Ello implica mantener bajas las tasas de interés y muy alto el precio de estos activos en un fenómeno conocido como “reflación”.
La emisión en Estados Unidos no genera por lo tanto inflación, o bien aumento en el precios de bienes reales, sino reflación, es decir suba en el precio de activos financieros.
La emisión desmedida de dinero no es gratis. La mayor oferta de dólares genera expectativa de debilitamiento de la moneda y por ello los inversores se desprenden de ese dinero. Es decir venden dólares a cambio de comprar activos financieros asumiendo cada vez mayor riesgo. En un mundo de tasas de interés tan bajas, acciones, commodities y criptomonedas ofrecen mayores rendimientos. Se retroalimenta así el fenómeno reflacionario generando un enemigo aún más peligroso: la inminente llegada de una burbuja.
La emisión sí genera Inflación
El déficit fiscal crónico argentino y su financiamiento con emisión monetaria es frecuentemente tema de debate. A esta altura la evidencia empírica para nuestro país reafirmaría la veracidad de la popularmente conocida “Teoría Cuantitativa del Dinero”. La emisión monetaria en exceso es la responsable de generar inflación. Cotejar la montaña de pesos inyectada en el último año con las estimaciones privadas de inflación para abril, lo reafirman. El mercado proyecta una inflación acumulada de 17% en los primeros 4 meses de 2021. En término anualizados, ello implica que Argentina enfrentaría un aumento en el nivel general de precios en torno al 60%.
En Argentina la mayor oferta de dinero no se compensa por un aumento en la demanda. Los pesos crocantes meramente se usan de forma transaccional. Su destino es cobrar y pagar.
Cepo cambiario. Defaults. Inestabilidad. Falta de independencia. Factores entre otros, que hicieron que la población pierda confianza en la Autoridad Monetaria que controla la emisión de la moneda local.
Estados Unidos exporta inflación
Estados Unidos tiene numerosas ventajas. Es la economía más poderosa del planeta. La Reserva Federal tiene el monopolio de la emisión del dólar, moneda utilizada no solo de forma transaccional en operaciones comerciales y financieras internacionales, sino también atesorada como reserva de valor.
Si la mayor oferta de dinero genera inflación y Estados Unidos no la sufre, ¿quién la termina pagando?
Usted. Cada vez que compra dólares y los guarda bajo el colchón. O el Banco Central cuando los acumula como reserva.
El canal de transmisión es simple. La emisión de dólares genera aumento en los precios de activos financieros, entre ellos de commodities. Es así como la soja alcanzó esta semana valores máximos no vistos en los últimos 7 años. Los países emergentes como el nuestro, exportadores de commodities, se ven beneficiados por un ingreso adicional de divisas. A fines de evitar la apreciación del tipo de cambio, el Banco Central interviene acumulando reservas.
Esa compra de dólares se hace contra emisión de pesos. Bien se sabe que el aumento de la oferta de pesos genera la inflación.
Voilà! Así vemos al perro comiéndose la cola.
Y ahora, ¿quién podrá defendernos?
Inflación o reflación la pregunta es la misma. ¿Cómo proteger los ahorros? ¿Cuáles son los opciones adecuadas de inversión? Sin lugar a dudas llegó la hora de los commodities. A los estímulos monetarios, se suma la fuerte demanda gracias a la recuperación China. Bajos stocks en el hemisferio Norte y riesgos en Sudamerica de sequía producto del Efecto Niña, benefician adicionalmente a commodities agrícolas. La era de la energía renovable o “verde” en el Gobierno de Biden, también es un factor adicional a favor.
A través del mercado de futuros local o internacional. Por medio de la compra de ETFs (Exchange Traded Funds) o en pesos mediante la adquisición de acciones o cedears de empresas del sector, puede convertirse en un inversor en commodities. Desde la soja al litio, un amplio mundo lo espera. Todavía está a tiempo de disfrutar la reflación de activos, antes de que inicie la violenta corrección esperada producto de la nueva burbuja financiera cuya gestación ya ha sido iniciada.