- Ahora que todo el mundo sabe lavarse las manos vamos al siguiente paso: el sobaco.
- No sé qué me da más miedo, si tomarme la temperatura o pesarme.
- Antes no me dejaba salir mi ex y ahora no me deja salir el Gobierno; ni para soltero sirvo.
Tres chistes que abundaron en las redes sociales. Una pequeña muestra de cómo el humor, al igual que el coronavirus, se esparció por todos lados. Nunca entró en cuarentena durante esta pandemia. Ni en la peor fase de contagios ni cuando comenzaron a emerger historias terribles sobre personas que se enfermaban gravemente y nadie podía acompañarlas.
Estuvimos y seguimos estando dolidos, y con miedo e incertidumbre. Pero necesitamos una vía de escape. Tal vez por ello el humor no ha desaparecido. Se multiplicó por las redes, en forma de memes, en las conversaciones de Whatsapp, en los videos improvisados en Tik-Tok, en el living o en la cocina de la casa, en Twitter, en Instagram y en los millones de videos que se suben cada día a YouTube.
El humor sí ha mutado. Se ha adaptado a esta situación inesperada en la que no cabe tanta frivolidad. ¿De qué nos nos reírnos cuando la muerte nos pisa los talones? Charlamos con cuatro trabajadores del humor -desde distintos ámbitos- sobre cómo están viviendo estos días. Todos coinciden en que hoy más que nunca la gente necesita reírse para afrontar el temor, para distenderse, para que la realidad sea menos dura.
Cuando hacen humor, hay un límite: no meterse con el dolor de la gente. Siempre está el peligro de frivolizar. La clave en tiempos de pandemia es reírse de uno mismo, de las pequeñas cosas cotidianas que nos han cambiado, coinciden Cristina Fiz Lobo, Alberto Fortini y Gustavo Delgado.
En esa línea, los temas que más nos arracaron risas fueron el encierro, la ansiedad, el éxito del pan casero, el insomnio, la falta de sexo, el teletrabajo, la cuarentena, el aburrimiento, el sedentarismo, etcétera. En la mayoría de los casos, se trata de un humor blanco e inofensivo. “El contexto es que muchos la están pasando mal y no se puede podemos banalizar haciendo chistes con eso; por ejemplo, con la enfermedad”, insistieron los humoristas.
El humor siempre ha tenido un rol central en los tiempos oscuros. Como decía Sigmund Freud, es la manifestación más elevada de los mecanismos de adaptación del individuo.
¿Por qué tener sentido del humor en medio de este funeral que no reconoce fronteras?, le preguntamos a Alejandra Acosta, fundadora del grupo de payaterapeutas tucumanos. Desde su lugar como enfermera y payaterapeuta en el Centro de Salud, trata de divertir a los pacientes aún cuando ya no les quedan motivos para reírse.
“El sentido del humor es la capacidad que tenemos las personas para enfrentarnos a todas las adversidades de la vida con más fuerza y positivamente. El objetivo principal es la risa. Funciona como los amortiguadores de un vehículo. Si no los tenés, en cada piedra que atravieses en el camino, saltarás de dolor. Hoy más que nunca la gente necesita de ese mecanismo de defensa”, sostiene.
Cómo reírse es la clave en estos momentos tan duros, reflexiona Acosta. “Reírse con el otro y no del otro. Compartir. Este sentido del humor es muy avanzado y te permite una calidad de vida. Desarrollar el humor sentido es fundamental para alcanzar la felicidad y para aceptar que la vida está llena de cambios y es movimiento permanente, que es precisamente lo que la pandemia nos vino a mostrar”, apunta. Y agrega: “el humor nos fortalece, nos da más recursos y posibilidades para asumir esos cambios y redireccionarlos”.
Tragedia más tiempo
Para los humoristas es todo un desafío hacer chistes en tiempos de pandemia. Pero es una realidad que no pueden evadir.
Delgado, que es profesor de stand up y fundador de Tucon Comedy, aclara que una de las fórmulas de la comedia es tragedia más tiempo. “Se refiere a que el tiempo es quién nos dice de qué y cuándo podemos reírnos. Es por ello que el humor no se censura, sino que va tomando otros caminos a medida que la realidad de nuestra sociedad así lo sugiere. Un ejemplo son los memes de los negros funebreros, que venían acompañados con el tema musical ‘Astronomía’. Tosías y te ponían ese tema. Era gracioso hasta que por un momento dejó de serlo”, puntualiza.