"El calificativo de ‘femenina’, en la literatura, es una atribución que históricamente estuvo devaluada"

"El calificativo de ‘femenina’, en la literatura, es una atribución que históricamente estuvo devaluada"

Todas las escrituras están interpeladas por un presente sacudido por movimientos de mujeres, lesbianas, travestis y trans.

25 Abril 2021

- ¿Por qué historia feminista de la literatura argentina?

- Era una deuda de la crítica literaria feminista que viene desmontando los parámetros sexistas de los diferentes géneros literarios y de la crítica literaria y sus modos de leer. Había que reordenar lecturas y reunir un bagaje de trabajos críticos de varias investigadoras que vienen pensando el tema desde hace ya varios años.

- ¿Qué clase de diálogo establecieron con otras historias de la literatura?

- El diálogo no es explícito pero los especialistas podrán detectarlo. En cada uno de los tomos habrá un análisis sobre las otras historias de la literatura argentina y cómo trataron o soslayaron la presencia de mujeres escritoras. Para nosotras no es un problema de defensa a ultranza de sus textos, pero sí nos importa que los “olvidos” no sean sólo efectos de prejuicios sexistas. El calificativo de “femenina” es una atribución que históricamente estuvo devaluada. En los siglos XIX y XX la literatura femenina estaba asociada a lo sentimental y a sus géneros (poesía, diarios, cartas, etc.). Basta recordar el ejemplo de Borges hablando de los chillidos de Alfonsina entre muchísimos otros. Desde el posestructuralismo lo femenino fue asociado con la transgresión que, aunque deja mejor parada a la escritura de las mujeres, subsume ese rasgo transgresivo en un modo de escribir vanguardista. También interviene la calificación del mercado que, es muy reduccionista. Tal vez haya que dar otro paso y transformar a ese carácter injuriante que contiene el mote de “literatura femenina” en una marca de potenciación que ponga en el centro otro modo de mirar el mundo y de crear otros nuevos.

- En los últimos años se observan numerosos proyectos de edición y rescate de la literatura escrita por mujeres. ¿Por qué antes se leía menos a las mujeres?

- Algunos de estos proyectos ya tienen unos años, otros están apareciendo ahora. Todos son valiosos en sus costados específicos. Son instancias creativas de reordenar un campo, maneras de crear archivos. Se leían menos a mujeres porque las diferentes instancias de valoración (universidades, suplementos literarios, sistemas de premiación) no las consideraban con el mismo interés y rigor que a las figuras masculinas ya valorizadas. Son valoraciones sexistas o dicho en términos actuales heterocispatriarcales.

- ¿Cómo fue el proceso de pensar y armar esta Historia?

- Fue un proceso absolutamente alegre y colectivo. Salíamos muy contentas de cada reunión y henchidas de la convicción de que estábamos llevando adelante un proyecto muy renovador. Una vez que tomamos la decisión y encontramos la respuesta rápida de EDUVIM trabajamos mucho y lo seguimos haciendo con el resto de los tomos. Se decidieron las coordinadoras de acuerdo con los campos de especialización de cada una. Cada grupo coordinador armó lista de problemas literarios de cada período. Esta lista fue más rápida en algún caso más trabajosa en otros. Había que pensar en quiénes podían escribir sobre esos temas. Pero los índices iniciales sufrieron varias modificaciones, pulidas o ampliaciones. También se decidió la aparición de este tomo sobre el presente porque es un tema que captura gran parte del interés actual de reflexión. Estamos absorbidas por las lecturas, ficciones, problemas acerca de cómo pensar el presente.

– ¿De qué forma se combinó lo político, lo literario y la historia de las mujeres?

-Apostamos a una historia literaria que no sólo apuntara a cambios en procedimientos estéticos, renovaciones de géneros literarios sino a una mirada feminista sobre el sistema literario que tuviera en cuenta también las periodizaciones del sistema de sexo-género. La otra articulación fue con la Historia en su entramado político; no como una linealidad dada, sino como un sistema de saltos donde la emergencia de diferentes movimientos de mujeres (anarquistas, socialistas, el peronismo como movimiento de masas, la inserción de las mujeres en organizaciones guerrilleras, los movimientos de la resistencia política de derechos humanos) produjeron conmociones en esas cronologías. Estos saltos se debían a cambios tecnológicos como la aparición de la píldora o políticos como el sistema de leyes (divorcio, igualdad de género, aborto, etc.,). Por eso en cada tomo hay una presencia fuerte de la prensa de mujeres o de análisis de corte historiográfico. Cada capítulo constituye un corpus de acuerdo con el tema seleccionado; puede referirse a varias escritoras-es (nunca a una sola) o a grupos de disidencia sexual y sus producciones. Tenemos también el proyecto de hacer un “diccionario” critico, cuya forma estamos todavía pensando.

-Uno de los problemas de la literatura nacional es su frecuente reducción al espacio rioplatense ¿Cómo lo sortearon?

-Hemos pensado el problema, no sabemos si lo solucionamos, seguro habrá huecos. Seleccionamos autoras tratando de evitar un regionalismo vacuo o tradicional. Por ejemplo, hay capítulos destinados a espacios del nordeste o patagónicos y sus ficciones. Invitamos como colaboradoras a colegas de las universidades de provincias que también se han ocupado del tema. Asimismo, incluimos a especialistas que viven en el exterior.

PERFIL

Nora Domínguez es profesora de Teoría Literaria y doctora en Letras de la Universidad de Buenos Aires. Ex directora del del Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género.

© LA GACETA

Carmen Perilli – Doctora en Letras.

Comentarios