Regalo de bienvenida. Y de cumpleaños. El plantel de San Martín recibió a Pablo de Muner -festejó sus 40 años la semana pasada- con una victoria valiosa y auspiciosa, que sienta las bases para una nueva era.
En Mataderos, el “Santo” fue toro en rodeo ajeno. Tanto que el resultado 1-0 sobre el modesto Nueva Chicago quedó corto, muy corto.
Todavía bajo el interinato de Floreal García, San Martín se plantó con pretensiones desde el minuto cero, como su historia manda y como el flamante entrenador postula. “Me gusta que mis equipos sean protagonistas, que salgan a buscar los partidos”, había dicho De Muner a LG Deportiva apenas después de arreglado su desembarco a La Ciudadela.
Sus nuevos jugadores, a quienes “Tomate” será introducido mañana, le hicieron caso por adelantado en la soleada siesta porteña de un lunes. En el “República de Mataderos” se vio a un equipo muy diferente desde lo actitudinal al que salió a jugar -y perdió- frente a Atlanta dos semanas atrás.
Es verdad que las carencias del “Torito” facilitaron la labor de la visita y que el horizonte se abrió aún más a partir de la “gentileza” de Rafael Barrios, quien se hizo expulsar antes de los 15’ por una artera plancha sobre Gustavo Abregú. El tema era si esta vez, a diferencia de anteriores partidos, el “Santo” sabría aprovechar la oportunidad que se le presentaba.
Por una hora pareció que no. San Martín era dueño absoluto de la pelota, a partir del criterio de Tino Costa –figura- y de la movilidad de Daniel González, más la intensidad de todos: Chicago sólo atinaba a refugiarse en su campo. Pero el conjunto tucumano chocaba una y otra vez con su propia impericia para definir en el área, siempre faltaban cinco para el peso para festejar. Increíble, sobre todo, un gol dilapidado por Marcelo Estigarribia.
Y finalmente, en el minuto 55, se abrió el camino para la primera victoria en el certamen, esos tres puntos que no se “recaudaban” desde principios de diciembre, en cancha de Defensores de Belgrano.
El esperado –y merecidísimo gol- llegó con un plus: el magnífico cabezazo del “Chelo” Estigarribia –tuvo su revancha y debutó en la red- simboliza el potencial de un plantel que como reconoció De Muner “no será el mejor de la categoría, pero puede mejorar muchísimo la situación actual”.
Con el marcador a favor, el “Santo” se esmeró en hacerle honor a su apodo y se portó bien con el anfitrión: no lo liquidó en más de una ocasión. Y terminó sufriendo lo indecible en la última bocha, con ese cabezazo a las alturas de Lucas Goberville a un metro de la línea de gol.
Otra buena señal, quizás. “Ganamos a lo San Martín”, señaló García a LG Deportiva, haciendo referencia a los sufrimientos que por el momento el conjunto de La Ciudadela no consigue evitar. “Hay que corregir esas cosas”, agregó.
Afortunadamente, esta vez la sangre no llegó al río y el técnico interino le pasará la posta a De Muner con el ánimo de todos en alza de cara al choque con Almirante Brown.
“Fui jugador, soy hincha, colaborar para que San Martín sume de a tres, con la confianza que me dieron los dirigentes, me pone muy contento”, admitió García, uno de los hombres más felices de la tarde.
De Muner, en las gradas, también lo fue.