Al Centro Deportivo de Alto Rendimiento (Cenard) Pablo Urchevich lo conoce bien. Es el búnker elegido con más frecuencia por parte de la Federación Argentina de Voley (Feva) para el entrenamiento de las selecciones nacionales de todas las categorías. El armador, formado en Instituto Pellegrini, fue medallista de bronce en el Mundial de Túnez 2019 con la selección Sub-19 y, por poco, se quedó fuera de la lista de 12 del equipo Sub-21 que compitió en Bahrein. Por las concentraciones “albicelestes”, suele visitar las emblemáticas instalaciones deportivas. Pero cuando entró el lunes pasado estuvo conmovido. “Fue muy emocionante, me vinieron varios recuerdos a la mente. De cuando era chico y soñaba estar en este lugar”, explicó.
“El lugar”, léase, en la Selección Argentina Mayor. “Algo me dijeron de que iba a estar en el plantel Sub-23, pero cuando me dijeron que también iba a estar con la Mayor, si me sorprendió. Todo jugador sueña con estar ahí”, afirmó el jugador de River. La sensación de dirigirse a la cancha del gimnasio “Carl Diem” era otra, vinculada a cumplir los objetivos de vida. Sabía que ahí lo esperaba Marcelo Méndez. “Lo admiro. Es uno de los mejores técnicos del mundo”, reconoció el ex jugador de Paracao de Entre Ríos. Al técnico de la selección nacional, Urchevich no lo vio jugar. El jugador de 19 años es contemporáneo al éxito que Méndez tiene desde el costado de la cancha. La reputación del bonaerense, es de clase internacional solventada, principalmente, en las cinco ligas que ganó en Brasil con las que llevó a lo más alto a Sada Cruzeiro de Belo Horizonte. “Jamás imaginé que él me iba a entrenar algún día”, reconoció el muchacho del Barrio Diza. Algo parecido le pasó cuando estuvo a la par de Cristian Poglajen. “Primera vez que puedo compartir equipo con él, es un gran jugador”, elogió Urchevich al jugador de 31 años que ocupa el puesto de punta-receptor.
Entonces Pablo está soñando despierto. Un estado que puede potenciar el rendimiento, algo que necesita, según sus sensaciones. “Como era de esperar, es un nivel de exigencia muy alto”, destacó. Ya de entrada, con el primer turno largo de trabajos matutinos que hicieron, percibió que ganarse un lugar en el equipo de Méndez será duro.
La concentración que se extenderá hasta el final de la semana, es la primera que el entrenador hizo en 2021 con un mezcla de jugadores de la Liga Argentina y algunos que retornaron al finalizar algunos torneos extranjeros.
La competencia inmediata en la agenda de la Selección es la Liga de las Naciones que se jugará en una “burbuja” en Rimini, Italia, entre mayo y junio. Pero el torneo remarcado en la agenda como meta principal de la temporada son los Juegos Olímpicos. “Todavía falta que lleguen grandes referentes de la selección Mayor. Por ahora, solo pienso en mejorar y aprender todo lo posible”, reveló Urchevich su respuesta a la pregunta de si se ve formando parte de la delegación olímpica.