El intendente de Yerba Buena, Mariano Campero (UCR-Juntos por el Cambio), encabezó una reunión con funcionarios del gabinete municipal para reforzar los controles y las inspecciones sanitarias ante la segunda ola de coronavirus covid-19.
La semana pasada, Campero había participado de la jornada de diálogo entre autoridades del Comité Operativo de Emergencia (COE) de la Provincia y otros jefes municipales en la cual se había abordado la cuestión del DNU nacional que implementa nuevas restricciones por la pandemia.
Hoy, ante su equipo de trabajo, el intendente de Yerba Buena pidió que sean "inflexibles" ante las actividades que están prohibidas, como las fiestas, y también instó a sus funcionarios a que redoblen los esfuerzos en los rubros que sí cuentan con protocolos autorizados, como los gimnasios y la celebración de cultos.
"En parte hemos llegado a esta situación porque los protocolos se fueron flexibilizando. Es momento de ser más rigurosos con los controles de los protocolos, porque estamos en una situación límite. Hemos multiplicado por 20 la cantidad de casos en las últimas semanas", sostuvo Campero.
En línea con el pedido del intendente, anoche distintas dependencias municipales estuvieron en las calles controlando que se cumplan las medidas de cierre en los locales gastronómicos y la prohibición para circular en la calle.
El subdirector de Saneamiento Ambiental, Santiago Yanicelli, informó que los locales gastronómicos cumplieron con la disposición para que cierren las puertas a las 23.
El secretario de Seguridad, Mauricio Argiró, señaló por su parte que se realizaron controles móviles sobre distintas arterias de la "Ciudad Jardín", como avenida Perón, avenida Aconquija, Solano Vera y en camino de Sirga.