Deportes en condiciones especiales: proyectarse desde el norte cuesta, pero se puede

La frase aplica para todo lo que se intenta desde el norte argentino. Es una realidad, pero al mismo tiempo un desafío. “Es difícil hacer algo, por las distancias, los costos, la desigualdad de oportunidades”. En el deporte eso se escuchó y se escucha siempre como una letanía. Pero, sin embargo, hay quienes -desde lo individual y colectivo- superan esos escollos. Compiten y se destacan. ¿Cómo lo hacen? ¿De qué manera? ¿Es espíritu de lucha, es fruto de la casualidad o de la causalidad? Veamos…

Salteándonos el plano competitivo nacional, en el cual, pese a las dificultades, los deportistas norteños superan obstáculos y salen al ruedo a medirse (con buenos resultados en muchos casos), la cuestión es cómo se logra desde nuestra región llegar a competir de manera internacional. Y destacarse. Desde Tucumán, Salta, y últimamente Santiago del Estero, el deporte y sus representantes pican en punta. Jujeños, catamarqueños y riojanos parecen tener un camino más difícil, aunque no imposible.

En notas aparte, desgranamos los casos más llamativos, el último de ellos de origen santiagueño, por la llegada de Gabriel Deck, oriundo de Colonia Dora, a la NBA. En el medio, logros como los de Nicolás Sánchez, Kevin Benavides, Atlético, Quimsa, Nelson Ledesma o Ezequiel Palacios no pasan inadvertidos (por citar casos actuales, o recientes). Son expresiones individuales o colectivas norteñas que dieron la cara por la región en el mundo.

Tomamos específicamente el caso de Tucumán, una provincia que tiene muy ricos antecedentes de deportistas que ocuparon lugares relevantes en competencias internacionales individuales, o integrando selecciones. Sería extenso citar a rugbistas, boxeadores, basquetbolistas, pilotos, atletas o tenistas que hicieron historia. Fueron ellos disparadores de las figuras tucumanas proyectadas al mundo del presente, como “Nico” Sánchez, apertura y anotador histórico de Los Pumas, y de otros hombres de la ovalada como Matías Orlando y Domingo Miotti (por citar sólo dos en plena vigencia), que mantienen en alto la bandera tucumana en representaciones nacionales de rugby. En el golf, Nelson Ledesma (alternando el PGA Tour y el Korn Ferry Tour) y Augusto Núñez (en el Korn Ferry) continúan la huella que abrieron César Monasterio y Andrés Romero. En el fútbol, Palacios, Joaquín Correa y Roberto Pereyra juegan en ligas top del mundo y fueron citados por la Selección. Emmanuel Lucenti sigue su lucha olímpica en el yudo; Victoria Sauze es una Leona en el hockey; Darío Gasco está vigente en el mountain bike. Ni qué decir del surco que abrieron dirigentes como Horacio Muratore en el básquet, Luis Castillo en el rugby, Adolfo Villanueva en el taekwondo ITF. También entrenadores vigentes, como Mercedes Paz (capitana del seleccionado nacional de tenis de damas) y Daniel Hourcade (ex de Los Pumas, hoy en el Alto Rendimiento en Sudamérica Rugby). Y párrafo aparte para Atlético, un club que jugó las copas Libertadores y Sudamericana, enfrentando a grandes potencias del continente y, aún más, ganándoles.

Así como la brújula siempre marca un norte, esta parte del país que habitamos guarda perlas que, por particulares, deberían tender a generales. Son surcos abiertos en un campo fértil. Con el pasado que sirve de ejemplo, y con un presente que lucha, el futuro es eso que está a la vista para ser explorado, y explotado.