Controles de tránsito en Yerba Buena: los radares bajaron las infracciones

A casi dos meses de haber implementado los controles de velocidad con radares en Yerba Buena, el municipio ya cuenta con algunas cifras preliminares que indican el comportamiento de los conductores. La principal infracción que se busca desalentar es el exceso de velocidad.

Desde el 20 de febrero al 20 de marzo se dieron 138 casos de exceso de velocidad identificados en distintos horarios, 97 de los cuales fueron de hasta 10 km/h por encima de la velocidad permitida y 41 por encima de los 10 km/h de exceso. En total, hubo 23 retenciones de vehículos, según informó Mauricio Argiró, secretario de Seguridad de Yerba Buena.

“Los controles tuvieron una buena acogida por parte de la gente, lo ven como algo positivo y entienden que es una cuestión de seguridad, no con fines recaudatorios. Tuvimos mayores infracciones al principio de los controles y ahora han retrocedido los casos durante el día, pero de noche se mantienen constantes los números de secuestros”, explicó el funcionario, quien recordó que todavía está en período de concientización el sistema. “La idea es seguir trabajando en prevención hasta cuando lleguen los radares fijos”, señaló.

Los registros indican que ha mejorado el comportamiento de los conductores: desde el 20 de marzo hasta el 7 de abril, hubo 83 casos de exceso de velocidad, 61 de ellos de hasta 10 km/h y 22 de ellos por encima de los 10 km/h de la velocidad permitida, y se produjeron nueve retenciones.

Registro de infractores

En este período de concientización, el proceso tiene dos modos de registro. En los casos en que superan el límite de velocidad hasta 10 km/h se procede a informar al conductor que ha superado el límite de velocidad establecida. Además, el conductor queda asentado en un registro. A quienes se exceden por encima de los 10 km/h, en tanto, se los sanciona y se les controla documentación y alcoholemia. Se formula la infracción por conducir en forma peligrosa y, si presentan otras faltas, de ser necesario, se retiene el vehículo, detalló Argiró.

“Los controles son aleatorios, porque la idea es generar conciencia de que se debe respetar siempre las velocidades máximas. Sin embargo, hay horarios y lugares, que sirven para ese cometido de una manera más eficaz. Por ejemplo las calles rectas que pueden dar espacio para que alguien acelere en forma incorrecta. Nosotros creemos que trabajando de esta forma, con operativos de carácter preventivos, controlando alcoholemia de forma conjunta a velocidad, venimos incluyendo en la agenda de los tucumanos el respeto por las normas de tránsito”, celebró el funcionario de Seguridad, oficina que quedó a cargo de la implementación de los controles de velocidad con radares móviles.

El paso que sigue, hablando de agenda, es intentar que los municipios que limitan con el de Yerba Buena, implementen controles similares. “Sería muy bueno que todo el gran San Miguel de Tucumán hiciera los mismos tipos de controles en forma coordinada. Esto sería útil tanto para educar y generar conciencia, como para prevenir accidentes. Más aún teniendo en cuenta que la mayoría de los accidentes que se producen en nuestra jurisdicción, lo protagonizan personas que no son vecinos de Yerba Buena”, finalizó.

Los límites máximos de velocidad que se establecieron en Yerba Buena son los mismos que indica la Ley Nacional de Tránsito: 60 km/h en avenidas y en los Caminos de Sirga y Perú; 40km/h en calles; y en la Avenida Perón, en el trayecto desde el paredón hasta la rotonda del pie del cerro, un tope de 30 km/h por la caminería destinada a deportistas.

Accidente: luego de un choque, Yerba Buena agilizó la implementación      

El accidente que le costó la vida a un joven de 23 años apresuró la decisión de la Municipalidad de Yerba Buena de instalar radares para controlar el exceso de velocidad. El sábado 13 de febrero, por la mañana, Luis Centeno Rojas detuvo su camión en la esquina de avenida Aconquija y Moreno esperando que la luz del semáforo en verde. De pronto, fue embestido en la parte trasera del vehículo por un Ford Fiesta que manejaba Santiago Mainero de 23 años, que falleció a los dos días. Una semana después del choque, Yerba Buena encendió los radares móviles para controlar la velocidad, principalmente en las avenidas, que suelen convertirse en un peligro los fines de semana.