Como resultado de los continuos monitoreos que se vienen llevando a cabo en los cultivos de soja de la región desde el inicio de la campaña, el equipo de la sección Fitopatología de la Estación Experimental Agrícola Obispo Colombres (Eeaoc) realizó la primera detección de roya de la soja en Tucumán el jueves.
La muestra provenía de un lote comercial de una variedad de soja del grupo de maduración VI, ubicado en La Cruz, departamento Burruyacú, que se encontraba en el estado fenológico R6.
“Se registró una incidencia de un 20% -esto es, 20 foliolos infectados cada 100 foliolos analizados-; la severidad promedio -porcentaje de área afectada- alcanzó un 1%”, detalló Daniel Ploper, director técnico de dicha institución.
El miércoles 31 del mes pasado ya se había realizado la primera detección de roya para la región del NOA, en la localidad de General Mosconi, departamento San Martín, provincia de Salta.
En comparación con campañas anteriores, esta constituyó una fecha tardía para lo que suele ser una primera detección.
De acuerdo a los antecedentes, las primeras detecciones en el NOA se realizan en el norte de la provincia de Salta y si las condiciones son favorables para el patógeno, aproximadamente una decena de días después se detecta la enfermedad en Tucumán.
En la actualidad, los cultivos de la soja en nuestra provincia y en sus zonas de influencia se encuentran en estadios reproductivos avanzados. Incluso algunos lotes comerciales ya fueron trillados, en tanto otros se están trillando o se encuentran próximos a terminar su ciclo.
En el caso de las siembras tardías, los lotes se encuentran en estadios fenológicos desde R5 a R6, dependiendo el grupo de madurez, por lo que difícilmente esta presencia incipiente de la enfermedad llegue a progresar lo suficiente como para provocar algún tipo de daño.
Debido a ello la Eeaoc no recomienda que se hagan aplicaciones de fungicidas.
Si eventualmente existieran lotes con soja en estados iniciales de R5, en esos casos se deberá monitorear para evaluar la presencia de roya y de otras enfermedades y, sobre esa base, analizar la conveniencia de realizar alguna aplicación para proteger el follaje y para evitar una madurez anticipada. Para que se tome esta decisión se deberá tener en cuenta el estado fenológico, el nivel de la enfermedad y las condiciones ambientales, indicaron los especialistas de la Eeaoc.