El comercio ratifica el horario cortado y exige al Gobierno que ponga a raya al SEOC

Lejos de amedrentarse por las advertencias por parte de los dirigentes del Sindicato de Empleados y Obreros del Comecrcio (SEOC), acerca de que harán cumplir un acuerdo para que los negocios vuelvan a trabajar en horario corrido, los propietarios de los locales de venta del microcentro cantaron retruco: ratificaron su voluntad de trabajar de 9 a 13 y de 17 a 21, y exigieron al Gobierno que evite que los gremialistas concreten las amenazas.

Mediante una nota, la presidenta de la Cámara de Comerciantes de San Miguel de Tucumán, Gabriela Coronel, le presentó a la ministra de Gobierno de la provincia, Carolina Vargas Aignasse, estos planteos. En la carta, además, expuso la crítica situación por la cual atraviesa el sector, y marcó una sutil diferencia entre el Gobierno provincial y la Municipalidad de San Miguel de Tucumán.

Al inicio de la nota, Coronel afirmó que los miembros de la Cámara que preside defienden la libertad de trabajo. Y esgrimió el argumento de que la legalidad los ampara. "La Ley de Contrato de Trabajo deja en claro que si bien el municipio es la autoridad para determinar el horario de trabajo de la ciudad, el derecho a elegir la distribución de las horas es del empleador. Los usos y costumbres de esta ciudad avalan nuestra necesidad de poder elegir libremente el horario para trabajar", afirmó.

Añadió que el reclamo gremial por el horario corrido solo se da en los negocios del microcentro. "Comercios aledaños a (esta zona) tienen la libertad de trabajar en el horario que les convenga, sin tener que lidiar con las ya conocidas presiones y aprietes sindicalistas. Esto coloca comerciantes del microcentro en una situación de competencia desleal, frente a esos comercios", consideró.

A renglón seguido, comenzó su arremetida contra los sindicalistas. "Denunciamos como falaz la pretendida defensa de los derechos de los trabajados esgrimida por el SEOC, puesto que las presiones ejercidas no hacen otra cosa que poner el riesgo los puestos de trabajo de los mismos trabajadores a los que ellos dicen defender", acusó.

Esbozó, luego, la situación por la que viene atravesando el sector; en especial desde el año pasado. "En tiempos de pandemia (la presión gremial) provocó que nuestros comercios deban abrir en horario corrido, lo que no es rentable, porque implica más de un 40% de disminución en las ventas. Más de 300 locales comerciales debieron cerrar definitivamente, dejando muchas personas sin trabajo", dijo.

Inmediatamente después lanzó una serie de preguntas retóricas: "con este contexto, ¿quién se animaría a abrir un local en el microcentro?, ¿quién tendría la audacia de tolerar agresiones, presiones, competencia desleal?, ¿a cambio de qué lo haría?. A la crisis provocada por la pandemia, ¿es necesario agravarla con obstaculos confomados, en gran medida, por intereses sindicalistas que colocan al comerciante del microcentro en el hazmerreír de la ciudad?".

En ese marco de cuestionamientos críticos, envió un guiño al Gobierno municipal. "¿Merecen inversiones de la magnitud de la remodelación de nuestra plaza Independencia, (o de) las mejoras en la calle 25 de Mayo ser desperdiciadas desmedidamente, prohibiendo al comercio abrir como siempre lo hizo en el horario habitual?", expresó. Agregó que, a su criterio, el comercio brinda un servicio, tanto al habitante de la ciudad como al turista. "Nuestra ciudad merece la oportunidad de erguirse con sus comercios abiertos en una franja horaria accesible para todos los clientes y, sobre todo, rentable para sus dueños, que dan miles de puestos de trabajo", afirmó.

Consideró que la modificación del horario de atención -en especial, si rige solamente para los locales del microcentro- sería apocalíptico para el comercio de ese espacio. Y no solo eso, sino que también afectaría a actividades que se nutren del movimiento comercial, como bares, galerías, cocheras y taxis. Destacó que todo esta situación implicaría una importante pérdida de puestos de trabajo, en un contexto de pandemia. "En vez de que estemos mendigando para que nos dejen trabajar en paz deberíamos aunar fuerzas", sostuvo Coronel.

En el siguiente párrafo distinguió la gestión del intendente, Germán Alfaro, de la del gobernador, Juan Manzur: del apoyo del primero a su pedido se mostró segura; y solicitó al segundo que haga algo con las advertencias de la dirigencia del SEOC. "No tenemos dudas de que nos acompañarán y protegerán las autoridades que nos representan y lideran nuestro municipio, conforme a derecho. Solicitamos a las autoridades públicas que arbitren los medios legales para proteger y garantizar el normal desarrollo de la actividad, evitando que se concreten las públicas amenazas gremiales, evitando atropellos y agresiones", reclamó la presidenta de la Cámara de Comerciantes de San Miguel de Tucumám.

Finalmente, como gesto ante la actual situación epidemiológica, contó que los socios de la entidad manifestaron la intención de que los comecios cierren a las 20 durante 60 días, para colaborar con las medidas adoptadas por el Comité Operativo de Emergencia (COE) y por el Ministerio de Salud de la provincia, en el marco de la creciente segunda ola de coronavirus que golpea la provincia.