El mundo era otro cuando Paulina Carrizo fue convocada a integrar Las Leonas en 2019. Las dudas se esfumaron casi al instante y su primer destino fue Buenos Aires, donde jugó en River Plate junto a Victoria Sauze; pero fue poco tiempo, porque en agosto de ese año le llegó la propuesta de ir a Francia. Llegó en marzo de 2020: el coronavirus la recibió y del peor modo, pese a no haberse enfermado.
Cuarentena, estadios cerrados, canchas inhabilitadas para practicar, la música que ya le había disputado espacio al deporte en sus pasiones fue el refugio de emociones encontradas. El resultado es el EP “Lo de adentro”, con cuatro canciones propias que presentará esta noche en Bar Boho (Corrientes 642, donde fue grabado), a las 22.30. Desde ayer, además, está subido a las redes sociales “En todas partes”, su primer videoclip.
“En el primer tiempo en Francia tuve un momento de mucha conexión conmigo misma y con lo artístico. La pandemia ha desmantelado la forma en que vivimos, como cuando el ruido se apaga, y nos encontramos solos y con el tiempo detenido, el silencio nos asusta; sin dudas para muchas personas fue una etapa difícil. Personalmente aproveché para componer, para leer mucho y para empezar a escribir, algo que me gusta hacer pero a lo que no le dedico mucho tiempo”, le dice a LA GACETA.
El canto y la guitarra no le son extraños. Fue telonera de Tonelec; actuó con Adrián Berro, Ale Muratore (su actual coach vocal) y Eugenia Haro; y participó del Festival Furia y en eventos en la India, Tailandia y distintos países europeos.
“En el camino recorrido hasta ahora, veo cada vez con más claridad que estamos aquí solamente para dejar algo en el otro, para agregar belleza al mundo y el arte es una de las formas más potentes de hacerlo”, agrega. Su producción enlaza el pop acústico con el jazz, el blues y la bossa nova, para hablar “del amor, de la magia que existe en lo cotidiano y a la que elegimos llamar casualidad, de la paradoja constante que tiene vivir”.
Cuando volvió a Tucumán en diciembre encaró este proyecto, que consumó en febrero con Carlos Carrizo en la producción musical y Alejandro Rivero en la dirección artística, junto a un equipo de especialistas.
- ¿Qué implica este lanzamiento?
- Estoy muy feliz de presentar este primer material; siento que lo hago en un momento en el que estoy lista para mostrar mis canciones. Quería darle la importancia y el valor que tienen los temas, con algo de muy buena calidad.
- ¿Cuánto pesó en el plano compositivo tu experiencia lejos de Tucumán?
- Sin dudas, el haber vivido en tantos lugares me dio la posibilidad de observar cómo actúan las diferentes culturas, que es lo que más curiosidad me despierta. También abrió mi cabeza y me permitió llegar a aceptar todas las cosas que pasan.
- ¿Qué está contando tu música actualmente?
- Me encuentra en un gran momento, de mucha conexión, de mucho estudio de la guitarra, del canto, de la composición, de mucha investigación profunda. Sigo contando y cantando a las mismas cosas: al amor, al desamor, a las tristezas, a los encuentros y desencuentros, a las personas que pasan por nuestra vida y dejan huellas... Cada vez voy teniendo más herramientas para hacerlo. Me siento más cómoda y encontrando mi lenguaje musical.
- ¿Qué sonidos te deslumbraron en Europa, hubo algo realmente nuevo que descubriste?
- En ciertos lugares de Europa hay una mezcla de músicos y de etnias increíble. Toda esa mixtura da como resultado una nueva sonoridad, nuevos colores que ya no tienen como raíz solamente un lugar o una región. Es como que el mundo mismo es la raíz de todo; y en el arte se nota bastante. Me asombra mucho eso, que la creación musical contenga un bagaje universal, que no esté solamente encasillada a un paisaje. Prefiero tomar como paisaje la vida en su totalidad.
- ¿Influenciaron esos entornos en tu composición?
- Mucho. Escribir una canción a 13.000 kilómetros de tu casa, del lugar donde naciste y creciste, hace que inevitablemente la canción esté cargada de todo el camino andado.
- De la Francia inicial como destino pasaste luego a Bélgica, un territorio desconocido para los tucumanos, ¿lo sentiste así?
- Sí, mucho. Pude conocer y estar mucho en tres ciudades importantes como Bruselas, Amberes y Gante, lugares donde predominan las construcciones antiguas y eso te transporta a otro lugar, a otro momento de la historia. Además descubrí en esas ciudades un movimiento under muy fuerte, de mucho arte y cine.
- Las tensiones culturales están muy presentes en Europa...
- Siempre sentí curiosidad por observar y saber cómo viven las diferentes sociedades y qué tienen para contar las otras culturas. Me encanta saber cómo piensan, cómo viven, cómo son las relaciones. Estar en un constante cambio, vivir en tantos lugares y descubrir otros hábitos, aromas, sabores y músicas diferentes, te hacen estar todo el tiempo despierto y presente, receptivo a todo lo nuevo que se presenta.
- Y de pronto, regresaste.
- Valoro esta vuelta a Tucumán porque fue muy productiva. Grabar y filmar en vivo mi primer material y llevar, finalmente, mis canciones a un plano físico es sin dudas la mayor satisfacción de este viaje.
- Además, actuaste en la Casa Histórica; ¿tiene tiene un sabor especial?
- Tocar en la Casa Histórica, este nombre tan fuerte, este espacio tan emblemático y respetado, fue una alegría enorme. Siento por primera vez mucha conexión con mi lugar y eso me hace muy feliz. Es un sitio con tanta historia, un patio que se funde en la mística del arte de Lola Mora... Tiene un sabor especial.
- ¿Cómo sigue tu existencia de ahora en más?
- Todas mis energías están puestas en la difusión del videoclip y de los futuros que saldrán a continuaci{on, de los restantes temas del EP; se irán subiendo a las redes sociales cada martes de este mes. Fue un producción muy grande y de excelente calidad. Queríamos lograr algo fresco y natural; nada que fuese recargado ni lleno de una estética superficial, sino alcanzar un trabajo que transmita una armonía que transporte a un lugar que no existe en el exterior.