El 18 de marzo de 2016, Paola Tacacho concurrió a la Comisaría I° de esta capital donde, según la denuncia, el oficial auxiliar Marcos Isaías Marcial le informó que la ley le garantizaba como víctima el derecho a recibir un trato digno y respetuoso. Este acto puede ser considerado el comienzo del derrotero judicial laberíntico que, 13 causas penales más tarde, desembocó en el femicidio de Tacacho. La primera causa (15.478/2016) fue archivada por la fiscala Adriana Reinoso Cuello. Sin practicar ningún tipo de medida investigativa respecto del femicida Mauricio Parada Parejas, Reinoso Cuello dictaminó: “no hay delito”. Ello acaeció pese a que tres meses antes la fiscala había obtenido una medida de restricción de acercamiento favorable a la víctima.
El análisis de la primera causa promovida por Tacacho arroja dos peculiaridades: 1) que la actividad cesó por completo a partir de la notificación de la cautelar dictada para proteger a la víctima y 2) que aquella llegó a presentar evidencias de que Parada Parejas la acosaba por las redes sociales, pero sólo consiguió que las adjuntaran a las actuaciones. “Parada Parejas me ocasiona mucho temor... Tengo miedo por mi integridad física y psíquica”, había dicho Tacacho tanto en la Comisaría I° como ante Reinoso Cuello. En esa denuncia inicial, la profesora de Inglés que entonces tenía 27 años había manifestado que su ex alumno la hostigaba desde junio de 2015 mediante perfiles falsos de Facebook; que la seguía y la esperaba a la salida de su trabajo en un instituto de Barrio Norte de esta ciudad, y que hasta había intentado ingresar a su vivienda con una identidad ficticia. A la postre, Parada Parejas se quitaría la vida después de matar a Tacacho en la vía pública.
El sumario policial ingresó el 21 de marzo de 2016 a la Fiscalía N°6 que en ese momento encabezaba Reinoso Cuello. El 24 de mayo, Tacacho se presentó en forma espontánea y prestó una declaración como víctima, con juramento de decir la verdad. En esa ocasión la joven oriunda de Salta agregó que en octubre de 2015 ya había denunciado que Parada Parejas la perseguía: averiguaba, por ejemplo, dónde pedía comida de “delivery” y dónde votaba, y le decía que iba a esperarla en esos lugares. “Creo que en cualquier momento me puede hacer algo”, advirtió a Reinoso Cuello, quien también firmó la declaración. Idénticas palabras usó la víctima en la tercera denuncia formalizada en julio de 2016, que también acabó en el archivo.