26 Marzo 2021
PANDEMIA. El temor a contagiarse, los cambios sociales y laborales, han generado situaciones de estrés a millones de personas. FOTO DE ARCHIVO/LAGACETA.
Semanas atrás se cumplió el primer aniversario desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretará el virus de la covid-19, como una pandemia. A partir de ese momento, el mundo comenzó a transitar un camino lleno de cambios y una marcada incertidumbre ante el escenario excepcional que se presentaba.
Los primeros meses de la pandemia se tomaron medidas que tenian como objetivo salvar la vida de las personas ante el virus de la SARS-CoV-2. La incertidumbre con respecto a esta enfermedad llevo a adoptar confinamientos domiciliarios, distanciamiento social, cambios a la hora de relacionarse, y nuevas modalidades de trabajo que la sociedad tuvo que acatar en cuestión de días.
La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, advirtió esta semana que “hay una crisis de salud mental en nuestra región a una escala que no habíamos visto antes”. Es por esto, que abordar la salud psicológica de las personas es esencial de cara a los próximos meses donde la pandemia seguirá azotando con fuerza.
La psicóloga infantil y especialista en neurodesarrollo, Mariana Aguirre, sostiene que la pandemia ha tenido un grave impacto en lo psicológico para la sociedad; presentándose con mayor prevalencia alteraciones psíquicas entre la población general cuadros de depresión, ansiedad, síntomas de estrés, insomnio y el trastorno de estrés post traumático principalmente en personas que tuvieron pérdidas en este año tan crítico.
"Los colectivos que más sufrieron los efectos psicológicos de la covid-19 fueron las mujeres, los jóvenes y los sanitarios. El efecto del distanciamiento social, el cambio en la rutina familiar, el miedo al contagio de uno mismo y por los familiares, la recesión económica, y la incertidumbre, son los principales causales de determinar o incrementar los síntomas que afectan la salud mental. Fue un año que produjo un cambio brusco y repentino en la vida de cada una de las personas y cada uno en su individualidad se vio afectado según sus condiciones personales como según su adaptabilidad y fortaleza mental y/o emocional", explica Aguirre.
Coincide con ella la psicóloga, Cecilia Belén Benito. "La enfermedad nos puso cara a cara con el duelo, la pérdida de seres querido de diferentes edades y fue un factor desestructurante generando crisis disruptivas en los sujetos".
Un año después, desde que se desató la pandemia de coronavirus está lejos de terminar. Si bien, la llegada de la vacuna contra este mal, es una esperanza en este camino; los problemas de producción de los laboratorios y el faltante de dosis, retrasa los planes de inmunización. Por otra parte, la aparición de las nuevas cepas (británica y sudafricana) amenazan con rebrotes en los países, que pueden derivar en la vuelta a restricciones más severas.
Trabajar las emociones y reconocerlas, es clave advierten los especialistas. FOTO TOMADA DE/SALUDESFERA.COM
En este contexto, el cansancio de la sociedad es visible. "Con la desescalada y la apertura de actividades nos permitió ir recobrando poco a poco nuestra vida cotidiana. Sin embargo, la posible llegada de una segunda ola y la aparición de las nuevas cepas generan miedo. Si analizamos desde la salud mental, las cifras de afectación psicológica del año pasado pueden incrementarse aún más en caso de tener que hacer frente a una segunda oleada. Por eso, es muy importante afrontar psicológicamente este hecho y lidiar con las consecuencias psicológicas negativas de la misma tanto si ya has padecido alguna de ellas, como si es la primera vez o simplemente para prevenirlas", indica Aguirre.
Las profesionales destacan que es muy importante afrontar este proceso, excepcional que se vive, reconociendo las emociones y trabajar sobre las mismas.
En esta línea, Benito sostiene que es muy importante trabajar en el reconocimiento y la aceptación de las emociones por las que se atraviesa. “Fingir que algo ´va bien´ sólo va a traerte consecuencias negativas. Es fundamental que identifiques qué emoción estás sintiendo para luego gestionarla. Céntrate en identificar qué sientes y qué te está generando malestar, sin este paso previo es imposible trabajar en combatirlo”.
Otra recomendación que aporta es “no entrar en bucle”. “La situación que vivimos se presta a tener muchas preocupaciones. Sin embargo, esto no significa que tengas que estar todo el día pensando en ellas y dándole vueltas puesto que lo único que vas a conseguir es aumentar tus niveles de estrés, ansiedad e insomnio. Puedes buscar actividades de ocio y rutinas que te ayuden a mantener tu mente ocupada.
Por último las especialistas indicaron que ante el contexto actual es de gran utilidad trabajar el autocontrol y la asertividad, procurar ser positivos, tomar distancia con el problema para poder atacar con perspectiva, además de establecer una conciencia realista de la situación.
"Es fundamental analizar los errores de Marzo de 2020. En la primera ola nos enfrentamos ante una situación completamente nueva. Por el contrario, ahora cuentas con experiencia previa acerca de la situación. Es importante reflexionar sobre qué aspectos crees que te perjudican en la primera ola, cambiar aquellos que sean negativos para tu bienestar", concluyó Benito.
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