Negociación de la deuda: el bueno, la mala y el moderado, la estrategia oficial ante el FMI
El Fondo aclaró que no cambiará su política para extender el tiempo de repago, luego del discurso de la vicepresidenta de la Nación. El riesgo país sigue en alza. Los roles preestablecidos de los negociadores.
Dos mensajes, un objetivo y ninguna certeza. Esas tres situaciones se dan en el marco de la negociación que el Gobierno nacional está tratando de cerrar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un acuerdo que permita la extensión del plazo de pago de los U$S 45.000 millones girados durante la gestión presidencial de Mauricio Macri. Mientras el presidente Alberto Fernández y su ministro de Economía, Martín Guzmán (que ayer concluyó la gira por los Estados Unidos) afirman que honrarán las deudas, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner le puso ruido al mercado y a la negociación.
“No podemos pagar la deuda porque no tenemos la plata”, dijo en su discurso en el acto conmemorativo del Día de la Memoria. El objetivo K es que ese acuerdo con el organismo sea de 20 años. Ayer, el portavoz del FMI, Gerry Rice, ha establecido la posición de la entidad frente a la Argentina. Descartó que pueda otorgarle a la Argentina un plazo superior a los 10 años para el repago de la deuda, y volvió a reclamar al Gobierno “un conjunto de políticas para dar estabilidad y lograr un crecimiento económico sostenido”. “Lo que han indicado las autoridades argentinas es que preferirían un Acuerdo de Facilidades Extendidas en respaldo de sus planes y los desembolsos que hagan bajo ese plan se repagan en un período de cuatro años y medio a 10 años. Estas condiciones se aplican en forma uniforme para todos los países, no solo para la Argentina”, dijo el portavoz.
“Hubo un entendimiento común respecto de la necesidad de garantizar la sostenibilidad macroeconómica y de salvaguardar la recuperación post-Covid en curso”, señaló el comunicado que lleva la firma del subdirectora del Departamento Hemisferio Occidental del FMI, Julie Kozack, y por el jefe de la Misión Argentina, Luis Cubeddu. “Hubo acuerdo en que la inflación es un fenómeno multicausal y que reducirla requiere políticas macroeconómicas consistentes y esfuerzos de coordinación para ayudar a anclar las expectativas de inflación”, acotó el texto tras las negociaciones con Guzmán.
Impacto en los mercados
Las palabras de la presidenta del Senado se sintieron en el mercado bursátil. Las acciones del panel S&P Merval de la Bolsa porteña cayeron un 3,5%, mientras que los ADR argentinos en Wall Street cerraron con relativa calma, tras dos ruedas a la baja. En tanto el riesgo país, el indicador creado por JP Morgan para medir la diferencia de rendimiento entre los bonos del Tesoro de Estados Unidos y los del resto del mundo, tuvo una repentina suba de 4% en los 1.597 puntos.
¿A qué se debe este nuevo ingrediente negativo del mercado hacia la Argentina? “Es una señal de que existe una disociación entre la política económica y la política propiamente dicha”, indica a LA GACETA el economista Nery Persichini. “Más bien, la primera es una herramienta de la segunda para cumplir con objetivos electorales. Así, el compromiso que se pueda mostrar desde lo económico para corregir desequilibrios queda puesto en tela de juicio por el mercado. Y ante mensajes combativos como los de esta semana, esa tendencia se agrava”, completa el experto.
Christian Buteler, analista bursátil, sostiene que Cristina Kirchner, en general, no es bien vista por los mercados financieros. “Ella salió a decir una realidad que todos conocemos, pero la forma en que Cristina lo dice cae mal. Así, el mercado se empieza a preguntar si ella lo dice para arreglar o para abrir el paraguas para no arreglar”, acota. Buteler cree que el arreglo de la deuda es el mejor camino para todas las partes. “Le conviene al FMI porque sabe que la Argentina, por más que este año puede ser más factible hacerlo que en 2022. Pero el gran drama es que el FMI tiene sus planes establecidos hace más de 40 años y es difícil que los cambie solo por la Argentina”, explica. Por otro lado, acota, no suena ilógico lo que ha dicho la vicepresidenta de la Nación, “ya el acuerdo alcanzado fue realizado por fuera de las normas tradicionales”. De todas maneras, apunta el analista, el acuerdo “debió hacerse de manera privada y no por medio de discursos que sólo le sirven para la militancia propia, pero que no suman a las negociaciones”.
En términos de práctica política, el analista político Gabriel Slavinksy sostiene que más que decir “no podemos pagar la deuda porque no tenemos plata”, Cristina Fernández debió señalar que “el Gobierno negocia la deuda en trío”, como una muestra de que las negociaciones se encarrilarán en ese aspecto. “Guzmán se muestra cercano, comprensivo y en la búsqueda de acuerdos en un complejo escenario. Cristina confronta en una posición más dura, le recuerda a todo el FMI que son responsables como el gobierno anterior”, compara. Y agrega: “Alberto se mantiene un poco más al margen (era hora). Moderado, haciendo malabares y equilibrio”. En este tema parece una estrategia conocida de negociación. El bueno, el malo y el moderado. El famoso: “si cierro esto en mi país me matan” y con una voz potente que recuerde la debilidad del argumento rival, finaliza Slavinsky.