Luego de dos semanas convulsionadas en el peronismo, con quiebres y ataques entre jaldistas y manzuristas, Osvaldo Jaldo retomará hoy su actividad en la Legislatura. El vicegobernador superó un cuadro de covid-19 y confirmó que presidirá la sesión convocada a las 8.30, en la que asumirá su banca Maira Martínez. Será su reaparición luego de la ola fragmentadora que se estrelló contra la provincia tras la elección de Eduardo Cobos como defensor del Pueblo, en detrimento del gobernador Juan Manzur.
Ante una fuerte expectativa sobre el tono que tendrá su regreso, Jaldo dialogó con LA GACETA y adelantó: “que nadie espere sorpresas ni golpes bajos de mi parte, sino respeto y la institucionalidad que el Poder Legislativo merece”.
A causa de su cuadro de salud, Jaldo se mantuvo en silencio estas semanas. Pero afirmó a este diario que no arrastrará la interna a la Legislatura. “No se puede mezclar lo político partidario interno con lo institucional; hay que saber separar lo partidario del funcionamiento de las instituciones. El que lo mezcla se está equivocando de camino, y no es lo que los tucumanos quieren, nos piden y nos exigen a los que tenemos una responsabilidad institucional”, expresó el presidente de la Cámara sin dar nombres.
Jaldo prefirió no referirse a las reacciones que tuvo su (¿ex?) socio político tras la elección del nuevo defensor del Pueblo. En sus declaraciones, sin embargo, se puede leer entre líneas que abordará la situación partidaria fuera del ámbito legislativo. Quienes lo conocen saben que es casi imposible que vaya a dejar pasar los embates que hubo en su contra desde Casa de Gobierno. De todos modos, la dirigencia que brega por la unidad de ambos considera que hay síntomas de que lo peor ya pasó y que de a poco irá bajando la temperatura.
La fractura del oficialismo comenzó en la Cámara en la sesión del 8 de marzo, con el surgimiento del bloque manzurista Lealtad Peronista, y se extendió a lo largo y a lo ancho de la provincia. Dirigentes peronistas se vieron obligados a elegir un bando. Algunos salieron fortalecidos por la contienda, pero otros terminaron malheridos.
Reorganización
Al igual que la relación entre Manzur y Jaldo, la composición del recinto se modificó drásticamente desde el 8 de marzo. El bloque Justicialista de Todos, que lidera Roque Tobías Álvarez, pasó de tener 32 miembros a 20. Esos 12 parlamentarios que se fueron se acoplaron con el bancario Eduardo Bourlé y el alperovichista Julio Silman en la bancada Lealtad Peronista, que encabeza Sergio Mansilla. A su vez, Fuerza Republicana (FR) pasó de tener ocho legisladores a seis debido a las expulsiones de Juan Rojas y Paulo Ternavasio, quienes optaron por crear unibloques (Progreso y Renovación, y Democracia Republicana, respectivamente). Sara Alperovich también quedó en esta condición por la salida de Silman de Hacemos Tucumán.
Estos movimientos obligaron a reordenar las ubicaciones en el recinto. Desde de hoy, la bancada manzurista se extenderá en la última fila del hemiciclo, mientras que los ex FR estarán en un extremo de esa hilera.
A pesar de la interna, se aguarda una “sesión liviana” con algunas ausencias por contagios. El único tema que puede generar algunos roces es una resolución para que se prorrogue la Ley de Biocombustibles.
Antes de la sesión, Jaldo se reunirá con legisladores afines.