Ladrones desmantelaron su negocio, cerró y la solidaridad le permitió volver a abrir

Ladrones desmantelaron su negocio, cerró y la solidaridad le permitió volver a abrir

Sufrió dos robos en tres días, en Concepción.

HARTO. El comerciante escribió ese cartel la semana pasada. HARTO. El comerciante escribió ese cartel la semana pasada. FOTO TOMADA DE FACEBOOK

Dos robos consecutivos lo desmantelaron e hicieron claudicar en principio al comerciante Nur Ferez, de Concepción. Sin embargo, pronto la solidaridad le extendió una mano y permitió ponerse de nuevo de pie.

El hombre la semana pasada se vio obligado a cerrar su negocio de venta de comestibles, ubicado en la esquina de Octaviano Vera y Obispo Colombres. Fue luego de que desconocidos ingresaran durante las madrugadas del martes y del miércoles a su local y se llevaran casi todas sus mercaderías y maquinarias de trabajo.

“Fue devastador. No me dejaron casi nada y tuve que bajar las persianas. La gente venía y preguntaba por qué no abría. Me cansé de dar explicaciones. Entonces se me ocurrió la idea de poner un cartel que decía 'cerrado por robo'. Era la triste realidad”, contó Nur.

NUR FEREZ. El dueño del local dijo que ya no tiene ganas de seguir. NUR FEREZ. El dueño del local dijo que ya no tiene ganas de seguir. FOTO LA GACETA/OSVALDO RIPOLL

Los ladrones para ingresar a su local usaron un cortafierro y un martillo. Con esos elementos destruyeron una parte del ventiluz elevado del techo. “Por ahí ingresaron el martes, luego de hacer el boquete. Entonces se llevaron parte de las mercaderías. Lo cerré, pero al otro día volvieron a entrar por el mismo lugar. El trabajo estaba fresco y no tuvieron problemas en abrir de nuevo el agujero”, contó Nur.

“El miércoles cuando llegué a abrir el local no tenía casi nada de mis mercaderías. Fue muy fuerte encontrarme casi sin nada. De esto vivo con mi esposa e hija. La impotencia fue terrible. La incertidumbre peor”, lamentó. 

El negocio de mercadería lo instaló el año pasado luego de que la pandemia lo obligó a cerrar la confitería y panadería que tenía en la misma esquina. Nur cuenta que con ese comercio también sufrió otros dos robos.

“Tuve buena respuesta y predisposición de la policía. Tomaron algunas medidas, pero aún no se dio con el o los ladrones”, apuntó. “La cuestión es que aquí no hay ni un comerciante que no haya sido víctima de algún robo. Esta situación no puede seguir así”, advirtió.

Ladrones desmantelaron su negocio, cerró y la solidaridad le permitió volver a abrir FOTO LA GACETA/OSVALDO RIPOLL

El caso de Nur pronto tomó estado público  y la solidaridad brotó de los vecinos no solo de La Perla del Sur, sino también de otras ciudades. “Los amigos me prestaron dinero para volver a comprar mercaderías, otros me cedieron cortadoras de fiambres y otros, elementos de trabajo. También me hablaron para brindarme distintas ayudas. Digamos que es el lado gratificante, y que sirve de consuelo ante una experiencia que no deseo a nadie”, concluyó Nur. Ahora el hombre de nuevo está de pie detrás de su mostrador.

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