La Semana Santa en Alemania estará con la mayoría de los comercios y los oficios religiosos se anularán o se celebrarán en línea, ante el aumento de contagios de coronavirus provocado por la variante británica.
Durante cinco días, del 1 al 5 de abril, Alemania aplicará el "freno de emergencia”, con restricciones reforzadas decididas por Angela Merkel. "La situación es grave. El número de casos aumenta exponencialmente y las camas de cuidados intensivos se vuelven a llenar", advirtió la canciller, muy seria, en una rueda de prensa celebrada en mitad de la noche en la cancillería.
La tasa de incidencia alcanzaba es de 107,3 casos por 100.000 personas, en constante aumento desde hace unas semanas, con más de 7.700 casos nuevos y 50 muertes registradas.
Alemania sufre una "nueva pandemia (...) claramente más letal, claramente más infecciosa y contagiosa durante más tiempo", advirtió.
El dispositivo de "freno de emergencia" negociado a principios de marzo prevé volver a las restricciones cuando la tasa de incidencia supera 100 en siete días.
Por el momento no se plantea flexibilizar las medidas. Las restricciones en vigor desde finales de 2020, como la limitación de participantes en reuniones privadas, el cierre de algunos comercios no esenciales y de lugares culturales y ocio, se prolongarán hasta el 18 de abril. Sin embargo se descartó por el momento imponer toques de queda locales y el cierre completo de los colegios. Las clases se interrumpieron de diciembre a febrero y muchos estudiantes aún no han regresado a las aulas o solo lo hacen uno de cada dos días.