River fue una máquina y goleó a Godoy Cruz, en Mendoza

River fue una máquina y goleó a Godoy Cruz, en Mendoza

Santos Borré, con cuatro goles, fue la gran figura. Matías Suárez y Julián Álvarez completaron el marcador. Valentín Burgoa puso el único tanto en los mendocinos.

River fue una máquina y goleó a Godoy Cruz, en Mendoza
20 Marzo 2021

Godoy Cruz sufrió esta noche una tremenda goleada ante River por 6 a 1, en un partido que se disputó en el Malvinas Argentinas, por la sexta fecha de la Zona A de la Copa de la Liga Profesional.

A River le salieron bien las cosas y así consiguió rápidamente el primer gol: una apertura de Agustín Palavecino a Matías Suárez terminó con Rafael Santos Borré solo en la boca del arco. El colombiano ni siquiera debió esforzarse para convertir y poner a su equipo adelante en el marcador.

Sin perder tiempo, el millonario consiguió la segunda ventaja. Otra vez, un pase filtrado rompió la defensa de Godoy Cruz. Apareció solo Julián Álvarez, quien habilitó a Matías Suárez. El cordobés volvió a convertir debajo del arco.

Y antes de los 20 minutos, River ya redondeaba la goleada: Palavecino habilitó a Alex Vigo, quien a su vez encontró a Julián Álvarez. El juvenil remató pifiado, pero la pelota fue hacia Borré, quien volvió a anotar un tanto de goleador.

Luego, Julián Álvarez hizo una gran jugada desde la mitad de la cancha. La defensa de Godoy Cruz estaba adelantada. El delantero de River sorteó la primera marca y nadie lo pudo agarrar. Eludió al arquero Nelson Ibáñez y definió de derecha. Goleada 4-0 en 21 minutos.

A diez minutos del final del primer tiempo, la elaboración de juego de River volvió a lastimar a Godoy Cruz. Otra vez, un pase en profundidad. Otra vez, Alex Vigo apareció vacío en su banda. El ex Colón resolvió como pedía la jugada: centro para Borré. Quinto gol. Cuatro de ellos, resueltos en el área chica.

El entretiempo no modificó la voracidad goleadora de River, que siguió jugando a lo suyo mientras Godoy Cruz sufría el partido. Rafael Santos Borré aprovechó otra de las innumerables grietas de la defensa mendocina para quedar solo frente a Ibáñez. 

Definió entre las piernas del arquero y convirtió el cuarto gol de su cosecha personal. Y el sexto de River. Un descuento sobre el final del Tomba, a través de Valentín Burgoa, pero ya era demasiado tarde.

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