Con "palitos" al gobernador, Juan Manzur, la interna en el peronismo tucumano monopolizó la atención durante el acto de asunción del nuevo defensor del Pueblo, Eduardo Cobos; y de sus adjuntos: Marcelo Caponio y María Emilia Saab.
"Hay pelea cuando hay dos que pelean; cuando hay uno que pelea no", deslizó el presidente subrogante de la Cámara, Regino Amado, durante el acto en la sede de Balcarce primera cuadra.
La ironía del monterizo fue interpretada por los presentes como un "palo" hacia la Casa de Gobierno. Ocurre que el mandatario viene manteniendo reuniones políticas con referentes de la provincia para dejar en claro la ruptura con el vicegobernador, Osvaldo Jaldo. De hecho, el manzurismo creó bloques propios en la Legislatura y en los concejos deliberantes, tal es el caso de la Capital, de Alderetes y de Banda del Río Salí.
Justamente, la disputa política entre jaldistas y manzurista se originó por la elección del defensor del Pueblo. Manzur pretendía que continuara en el cargo Fernando Juri Debo, pero el espacio de Jaldo impuso a "Lalo" Cobos.
Luego de esa indirecta, Amado optó por la cautela. "Puede haber puntos de vista y miradas diferentes que después terminan en un punto de encuentro. Esperamos por el bien del PJ, por la gobernabilidad que esto ocurra. Yo conversé antes con el gobernador y le dije de las posibilidades de que esto ocurriera; no nos escuchó la recomendación que hacíamos como pares, como integrantes de un proyecto político partidario, que arranca desde la nación con Alberto y Cristina, y en Tucumán con Manzur y con Jaldo", enfatizó Amado.
"Siempre bregaremos por la unidad", concluyó.