19 Marzo 2021
AFP
La expresidenta de facto de Bolivia, Jeanine Áñez, en prisión preventivamente durante seis meses por presuntos delitos de sedición, conspiración y terrorismo tras la crisis postelectoral de 2019, se declaró en huelga de hambre debido a que “no quiere luchar”.
Áñez también estaría deprimida, según reveló la presidenta de la Asamblea de Derechos Humanos (APDHB), Amparo Carvajal, después de visitar a la exmandataria en la cárcel de mujeres de Obrajes, donde ingresó el pasado lunes.
“Está en huelga de hambre. No quiere luchar. Tiene una depresión muy fuerte, profunda. Nadie pudo visitarla, ni sus familiares, solo su abogado”, relató Carvajal a medios bolivianos.
Carvajal visitó el establecimiento penitenciario junto con una delegación de la Defensoría del Pueblo tras la negativa de las autoridades de la prisión a autorizar la hospitalización de la expresidenta, cuyos familiares han denunciado que presenta problemas de hipertensión y depresión.
Áñez fue detenida el sábado pasado, a la espera de un juicio en el marco del “caso golpe de Estado”, por lo sucedido tras las elecciones generales bolivianas de 2019, cuando Evo Morales obtuvo la victoria pero fue cuestionado por fraude.
Por otra parte, la hija de Áñez, Carolina Ribera, permanece en “vigilia” fuera de la prisión, esperando que se le autorice visitar a la expresidenta, según lo publicado por el diario El Deber. También se han congregado simpatizantes de la exmandataria para exigir que esta sea trasladada a un centro médico.
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