A.- Alcances
La modificación de las alícuotas de Ganancias para empresas procura dotar de cierta progresividad, algo inédito en el país, según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf). Además, intenta eliminar definitivamente el sendero de baja de alícuotas establecido en la reforma tributaria de 2017. Desde 2020 debió estar vigente una alícuota del 25% y hoy rige una del 30%. Los cambios de alicatas propuestos van a hacer que la mayor parte de la base imponible del impuesto vuelva a quedar alcanzada por la alícuota del 35% (en lugar del 30% actual). Además, en el caso de distribución de dividendos se propone que se tribute un 7% adicional sobre esa disposición de utilidades. Según el Iaraf, la reforma anterior, tributaría una alÍcuota del 13% desde 2020, algo que finalmente no ocurrió.
B.- Segmentos
Las modificaciones llevan a que cualquier empresa que gane más de $ 216.666 al mes quede sujeta a la alícuota más alta. Pasado a dólares, son beneficios de unos U$S 1.500 al mes. El proyecto establece una estructura de alícuotas marginales escalonadas con tres segmentos en función del nivel de ganancia neta imponible acumulada. “Un primer escalón con una alícuota del 25% para ganancias netas acumuladas hasta $ 1,3 millón; el segundo escalón del 30% para ganancias netas acumuladas de más de $ 1,3 millón y hasta $ 2,6 millones y un último segmento del 35% para ganancias netas acumuladas superiores a 2,6 millones. Los dividendos distribuidos pagarán en todos los casos la alícuota del 7%, a través del impuesto cedular vigente”, argumentó el Gobierno nacional.
C.- Estructura
Según el tributarista César Litvin de Lisicki, Litvin y Asociados, hasta los kioskos van a pagar la alícuota más alta. El experto pone el foco en la alícuota final del impuesto, ya que tomará en cuenta que existe una retención sobre la distribución de utilidades. “Están pasando de una alÍcuota del 30% a una del 35% que, en realidad, es del 39,55% si se le suma que además rige el 7% sobre distribución de utilidades. Es un atentado a la inversión productiva, en una coyuntura en la que hay que intentar de impulsar la actividad para superar una crisis durísima”, fundamentó. Frente a este escenario, los tributaristas consideran que, particularmente, las pequeñas y medianas empresas perderán competitividad respecto de su pares de la región.
D.- “La más alta”“
La Argentina pasará a tener una alícuota máxima del impuesto a las Ganancias empresarias de las más altas de mundo, si es que ya no es las más alta: 40% versus el 28,1% promedio en Latinoamérica y el 23,7% promedio en los países de la OCDE”. Así lo afirmó el diputado y economista de Juntos por el Cambio Luciano Laspina, al referirse al proyecto oficial. “La Argentina tenía (hasta esta nueva ley) la segunda carga tributaria sobre empresas más alta del mundo según el Banco Mundial. Calculo que ahora seremos merecidos campeones. ¡Felicitaciones muchachos! Ni Venezuela se atrevió a tanta voracidad fiscal anti inversión y anti empleo”, manifestó el economista a través de su cuenta en Twitter.