Mientras el operativo de evacuación del Mercado del Norte se aproxima al 50%, los puesteros tienen la expectativa puesta en la reunión que tendrán mañana junto a funcionarios de la Intendencia de San Miguel de Tucumán.
El secretario de Gobierno, Rodolfo Ocaranza, encabezará el encuentro junto a los titulares de otras dependencias para debatir junto a los puesteros la situación relevada por los peritos. Los comerciantes buscarán saber cuánto tiempo se mantendrá la clausura, qué alternativa prevé brindar la Intendencia para que no queden desocupados y qué plan hay para el Mercado a futuro.
La Asociación de Puesteros anunció una manifestación para mañana a la mañana, desde las 9.30, que partirá desde el portón del Mercado sobre Junín. La convocatoria se realizó a través de Whatsapp con la leyenda: “no queremos planes”.
Crisis edilicia
Hace poco más de una semana, dos pilares de mampostería sobre Mendoza estallaron y comenzó la peor pesadilla para los comerciantes que se distribuyen en los más de 100 locales que funcionan en el edificio. Ahí comenzó todo: el sector fue apuntalado y luego se realizó una rápida inspección de peritos e ingenieros convocados por el municipio. El sábado no se abrió para el comercio.
El intendente, Germán Alfaro, clausuró el lugar el miércoles, ante el peligro inminente de derrumbe. Los puesteros desconocieron la clausura en principio, porque no se les había asignado dónde instalarse como alternativa. Ocuparon el predio porque entendían que una parte podía mantenerse habilitada.
En la tardenoche del miércoles, la Justicia dio lugar a un amparo solicitado por la Municipalidad para que se desaloje el predio. La jueza Cynthia Lorena Rocha, magistrada en el Colegio de Jueces Subrogantes del Centro Judicial Capital, dispuso que la Capital realice un operativo de desalojo para que los puesteros puedan retirar la mercadería. En la audiencia, la perito ingeniera por el municipio, Carolina Fernández, había detallado que si bien se había apuntalado el sector de las columnas afectadas, temía que se trate de un efecto dominó y que pueda haber colapsos en otros puntos. La ingeniera había explicado que las tareas de apuntalamiento insumirían hasta dos semanas, para luego realizar un estudio pormenorizado del edificio, que requeriría cerca de 90 días.
“El edificio es de 1939. Su estructura se recargó demasiado porque en 1987 hubo un retranqueo”, había explicado. El martes finalizaría el plazo para retirar mercadería y mobiliario.