En el mes de la endometriosis -mañana se conmemora el Día Mundial-, la agrupación “Endoguerreras” realiza diferentes actividades con el objetivo de concientizar sobre esta enfermedad. Bajo el lema “Si duele no es normal”, se instalaron ayer en el Instituto de Maternidad y Ginecología Nuestra Señora de Las Mercedes para llevar datos y prevención sobre este padecimiento que afecta aproximadamente a una de cada nueve tucumanas.
Con cartelería, folletería, el distintivo moño de la lucha, algunos souvenirs y mucho entusiasmo, las integrantes del grupo se dispusieron a informar sobre lo que definen como una enfermedad crónica muy dolorosa. Todas las mujeres de la agrupación sufren la enfermedad y abogan no sólo por la concientización, sino también por la entrada en vigor de una ley aprobada, pero nunca implementada.
Romina Ibáñez y Florencia Álvarez comentaron a LA GACETA la realidad de su enfermedad y la importancia de informar al público.
Ibáñez explicó que la endometriosis afecta muchas áreas del nervio ciático, la parte ginecológica, e incluso los pulmones y riñones.
“Hay días en que una no puede caminar ni socializar. La gente no entiende a veces, cuando tenemos que ir a algún lado y nos ataca la enfermedad”, agrega.
Los dolores son insoportables y, aun hoy, la endometriosis no está considerada una enfermedad crónica.
Así lo manifiesta Florencia, que tuvo que dejar de trabajar por sus dolencias. “Me pasaba de tener que retirarme del trabajo por hemorragias o dolores. Eran dolores menstruales que, antes de tener mi diagnóstico, pensé que eran normales. Al no estar diagnosticada, me decían (en el call center dónde trabajaba) ‘¿cómo vas a faltar porque estás menstruando? Si todas vienen igual, vos también’. Yo he tomado muchas licencias, en algunas me indicaban 48 horas de reposo, pero el médico laboral decía ‘no, te doy 24 horas’ y al otro día tenía que volver”, describe Florencia.
Que se cumpla la ley
Tucumán fue la primera provincia en sancionar una ley de endometriosis en agosto de 2019, y es la que las pacientes reclaman que se ponga en marcha.
“Esta ley va a generar que se reconozca la endometriosis como una enfermedad crónica y va a garantizar que nosotras tengamos acceso integral al diagnóstico, tratamiento y terapia. Queremos que se puedan reconocer los síntomas y la enfermedad, que se genere un registro único de pacientes, que se realicen estadísticas, se capaciten a los profesionales y que la ley nos proteja realmente”, añade Florencia.
Además, hay otro gran problema. “Las obras sociales no te quieren cubrir nada. A veces son cirugías muy complicadas, para las que necesitamos pinzas especiales (descartables que se valúan en cerca de los $ 100.000. Las obras sociales no te las cubren, al igual que con los estudios de alta complejidad”, denuncia Romina.
De ponerse en práctica la ley, las obras sociales reconocerían la enfermedad y las pacientes podrían ser tratadas en hospitales públicos sin costo.
La palabra médica
El doctor Pablo Daniel Oliva es uno de los médicos que acompaña a las Endoguerreras y estuvo presente en el stand de concientización.
El especialista explica qué es la endometriosis: “es una enfermedad que se caracteriza por la presencia de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina. Este tejido, compuesto por glándulas endometriales y estromas, normalmente se encuentra dentro de la cavidad y, cuando está afuera, se produce la enfermedad.
El principal síntoma -sigue- es el dolor, que puede presentarse de tres maneras: 1) como un dolor pelviano crónico, cíclico y por debajo del ombligo (este dolor es progresivo, porque aumenta la intensidad y a su vez es invalidante), 2) como dismenorrea, que es el dolor con la menstruación o 3) como dispareunia, que es el dolor en las relaciones sexuales.
Oliva comenta que hay un retraso en el diagnóstico de siete u ocho años, entonces es “ideal” que ante la presencia de síntomas se consulte al médico para ser derivado a un centro de mayor complejidad. Así, invita a las mujeres a que ante la presencia de cualquier síntoma consulten al médico de cabecera, al CAPS u hospital más cercano.
Por último, remarca que para el diagnóstico no es sólo importante un buen interrogatorio y los exámenes físicos. “El diagnóstico de certeza se consigue con la laparoscopía diagnostica, que es una cirugía miniinvasiva, que se hace bajo anestesia general, y permite la observación de los focos endometriosicos y una biopsia para confirmar la enfermedad”, justifica.
Luego de ello, viene el tratamiento, que puede ser médico o quirúrgico. Otro tema es el de aquellas que quieren tener hijos, ya que, según el médico, una de cada tres mujeres con endometriosis es infértil. Si desean ser madres, tendrán que recurrir a un tratamiento más para lograr el embarazo.