La Orquesta Estable regresa a escena con formato reducido

La Orquesta Estable regresa a escena con formato reducido

Con una treintena de músicos y protectores para los vientos, la agrupación tocará obras de Ginastera, Copland y Mozart. Protocolo.

ALEJANDRO JASSÁN. “La pandemia nos quitó las cosas que más humanos nos hacen”, reflexionó el director. la gaceta / foto de diego aráoz

No habrá más de 30 músicos en el escenario y los vientos tendrán extraños protectores de plástico de separadores. “Hay que respetar los protocolos”, le dice el director Alejandro Jassán a LA GACETA.

Hoy regresan los conciertos con público de la Orquesta Estable, con un nombre altamente simbólico: “Reencuentro”. Será especial, con un programa que incluye a Alberto Ginastera, Aaron Copland y Wolfgang Amadeus Mozart. La apertura de la temporada será gratuita desde las 21 en el Teatro San Martín (avenida Sarmiento 601).

En la primera parte se interpretará “Impresiones de la Puna” de Ginastera, con la participación de Simón Sánchez como solista en flauta; es una obra de reminiscencias folclóricas argentinas que está estructurada en tres partes: Quena (lento), Canción (moderato), Yaraví; y Danza (animado), Triste. El compositor argentino fue influenciado por Copland, el segundo protagonista de la velada.

Este segmento lo completará la Suite del ballet “Appalachian Spring”, del autor norteamericano, estrenada en 1944 como un encargo dedicado a la gran bailarina Martha Graham. El argumento desarrolla una fiesta de primavera de los pioneros norteamericanos.

En la segunda parte se escuchará la Sinfonía 29 K201 en la Mayor, de Mozart, obra que fue compuesta en su juventud cuando tenía 19 años.

Jassán conversa con este diario luego de un ensayo en escenario del mismo teatro y adelanta que durante todo el año pregonará para que la gente vuelva a las salas, porque le hace bien a los músicos y a los espectadores, confiado en que el arte tiene un mensaje positivo.

- El repertorio lo propusiste vos...

- Sí, generalmente lo preparo al igual que la programación anual, pero en consenso con las autoridades. En este caso se trata de aprovechar al máximo la situación de la Orquesta, porque no todos podrán tocar juntos en el escenario por ahora.

- Es un concierto especial con el nombre de reencuentro.

- Y lo planteé en varios aspectos, teniendo en cuenta las circunstancias que vivimos. Para respetar la distancia según el protocolo del COE, no seremos más de 30 (la formación tiene 72 integrantes); esto te acota bastante el repertorio. Entonces, la mitad será cuerdas; y la otra mitad, solo metales. Aproveché estas limitaciones para mostrar otros aspectos de la Orquesta. Pero además los vientos tendrás sus protectores.

- ¿Cómo son?

- Son separadores, láminas plásticas. Como no se puede tocar con barbijos, se utiliza un elemento transparente que previene la expansión de todo virus a través de gotas y aerosoles. Hemos seguido atentamente cómo se utilizan en España. El Teatro de Madrid es el único que no paró su actividad en todo lo que va de la pandemia.

- Volvamos al programa.

- Entendí que tenía que tener un hilo conductor, además de mostrar al solista que es de nuestra orquesta; una obra argentina y otra de Estados Unidos, de Copland que está dedicada a esa gran mujer de la danza que fue Graham. Y Mozart que es parte del repertorio universal.

- Dicen que son obras esperanzadoras

- Es que la pandemia estuvo y está muy presente en todo lo que hagamos. Hay una búsqueda personal de no trabajar con obras deprimentes, sino algo que tenga su esperanza. Pero te aclaro que para mí, la cultura del arte tiene un mensaje positivo; en este caso el reencuentro con el público que se anima a ir al teatro. Estamos muy ansiosos con el concierto, de poder mirar las caras de los presentes, eso es algo único. Lo que nos quitó la pandemia son las cosas que más humanos nos hacen, como el contacto personal, el contacto físico. Por eso, el hecho artístico en sí nos reconecta con nuestra humanidad.

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