El director de la editorial Siglo XXI, el editor Carlos Díaz, explicó hoy que "jamás" se le "cruzó por la cabeza" que la escritora Beatriz Sarlo pudiera tomar la invitación a formar parte de una campaña pública para generar confianza en la vacuna Sputnik V como una convocatoria a inocularse contra el coronavirus "por debajo de la mesa", tal como ella expresara en medios de comunicación.
Díaz formuló una manifestación espontánea por escrito en el día de hoy y ante el juzgado federal a cargo de la jueza María Eugenia Capuchetti luego de enterarse a través de los medios que Sarlo había declarado hoy, ante ese mismo juzgado, que él la había contactado para consultarla si quería formar parte de una campaña que promovería el Gobierno de la provincia de Buenos Aires.
"Cuando leí que Beatriz Sarlo había comentado que había recibido una oferta para vacunarse 'abajo de la mesa' jamás se me cruzó por la cabeza que pudiera estar refiriéndose a nuestro intercambio", remarcó el editor en la presentación por escrito, en la que además acompañó los correos electrónicos que mantuvo con la escritora, de los que se desprende que no había ninguna propuesta ilegal.
"En el mes de enero de 2021, cuando todavía existía gran resistencia sobre la vacuna rusa, tomé contacto con la Sra. Sarlo, con quien mantengo una relación estrecha en el ámbito profesional (soy su editor desde hace 20 años) y la consulté acerca de su predisposición para participar de una campaña de vacunación que el Gobierno de la provincia de Buenos Aires estaba evaluando instrumentar", detalló Díaz en el inicio de su escrito.
El editor explicó que el objetivo de esa campaña –que finalmente no se llegó a ejecutar porque las bondades de la vacuna Sputnik fueron ratificadas en la revista científica The Lancet- era "hacer frente a un escenario preocupante de desinformación existente en ese momento, alentado desde distintos sectores y orientado centralmente a instalar incertidumbre en la población" respecto a las vacunas contra el coronavirus.
"En este escenario, y tal como surge de manera notoria de los correos electrónicos que se adjuntan a la presente, entiendo imprescindible subrayar que dicha posibilidad (la invitación a Sarlo para participar de una campaña pública de concientización) tenía como única finalidad generar confianza en la vacuna y como condición sine qua non la total publicidad del acto de vacunación", subrayó el editor.
En el mismo escrito, Díaz refirió que –tal como en su momento contó públicamente el gobernador bonaerense Axel Kicillof- la idea de la campaña era convocar a distintos referentes de la sociedad, conocidos por su inserción en distintos ámbitos y con capacidad para comunicar de forma masiva, para que transmitieran tranquilidad sobre los efectos de la vacuna mediante el ejemplo de vacunarse ellos mismos.
"De manera explícita y de distintas maneras se puede leer a lo largo del intercambio de mails que en la propuesta de participar en la campaña no hay nada que pueda ser considerado clandestino, ilegal, 'bajo la mesa', sino que se aclara que es todo 'por derecha', a la luz del día y a la vista de la mayor cantidad de gente posible, ya que, justamente, ese era el objetivo central de la campaña 'Poné el hombro'", sostuvo Díaz.
Díaz le había remitido a Sarlo la propuesta de parte de Soledad Quereilhac, la esposa de Kicillof, quien fue alumna de la escritora y se conoce con el editor hace más de 20 años (de hecho, la editorial Siglo XXI publicó obras de Sarlo, de Quereilhac y de Kicillof).
De la manifestación espontánea de Díaz surge, además, que "Sarlo rechazó la propuesta argumentando que le parecía bien hacer una campaña de concientización, incluso ofreció que se mencionara su deseo de vacunarse, pero desde el minuto uno dejó muy claro que no compartía la idea de recibir por eso la vacuna ya que lo consideraba un mal ejemplo y algo poco ético".
"Le respondí que me parecía perfecto y dimos el tema por terminado. Según pude saber luego, por lo que apareció en los medios de comunicación, por distintas razones, entre las que destacan la modificación del plan de vacunación conforme las vacunas efectivamente recibidas, así como la masiva inscripción por parte de la población que se verificó a tales efectos, la necesidad de dicha campaña fue descartada y en consecuencia no llegó a instrumentarse", concluyó Díaz. (Télam)