Las tensiones entre la Casa de Gobierno y el armado jaldista de la Legislatura afloraron luego de la designación del nuevo defensor del Pueblo, Eduardo Cobos.
El director de la Secretaría de Participación Ciudadana del Poder Ejecutivo, Elio Cuozzo, salió al cruce del flamante ombudsman y del legislador jaldista Javier Morof, luego de las críticas dirigidas por estos hacia el manzurismo tras el quiebre en el oficialismo legislativo.
"En marzo de 2020 supimos que todo sería diferente, y sin desatender temas que se vieron potenciados por el gobierno de Mauricio Macri, como el aumento de precios y el crecimiento de la inseguridad, nos abocamos de lleno a cuidar a la sociedad para evitar mayores contagios y muertes por covid-19", sostuvo Cuozzo.
El funcionario del área del Ministerio de Seguridad de la Provincia sostuvo que observa "con preocupación" que "la mesura, la prudencia y la racionalidad parecieran haberse tomando vacaciones, principalmente en el arco político tucumano". "Considero que los agravios y las descalificaciones no ayudan en nada y demuestran un muy bajo nivel del discurso político; las bravuconadas deben dejarse para los bravucones y nunca jamás para funcionarios con responsabilidad Institucional", agregó.
Cuozzo rechazó los cuestionamientos formulados en contra del vicepresidente primero de la Legislatura, el referente manzurista Gerónimo Vargas Aignasse. "Me asombran las declaraciones del legislador Morof burlándose de sus pares y tratando de mostrar una imagen de independiente, sin serlo; y mucho más me afecta como político y peronista escuchar al flamante defensor del Pueblo provocando a un legislador tan cercano al gobernador y al vicegobernador, una autoridad provincial que debe ser respetada y que jamás agravió ni atacó a la persona de Cobos", afirmó.
Por último, instó a "bajar los decibles" y a "recuperar la cordura, para estar a la altura de las circunstancias y por respeto a la población".