La postura de criticar o no al Gobierno nacional dividió las aguas en la masiva movilización que se realizó en Tucumán, en el marco del 8M, en conmemoración por el Día Internacional de la Mujer.
La marcha, integrada por varias cuadras de organizaciones de mujeres y políticas, partió desde la plaza Independencia, y se dirigió a la plaza Hipólito Yrigoyen, donde se denunció los oídos sordos del Poder Judicial a las denuncias de acoso y de violencia contra las mujeres.
En ese lugar se montó un escenario, donde se realizó un acto. Para este se había resuelto la lectura de dos documentos que aludían a la fecha, debido a que no se había podido consensuar un único texto.
No obstante, en ese momento un grupo resolvió que sólo se leería uno, que no presentaba duras críticas a la gestión que, en el ámbito nacional, encabeza Alberto Fernández.
Como consecuencia de esto, los militantes de las fuerzas que integran el Frente de Izquierda y de los Trabajadores - Unidad decidieron retirarse. Estas agrupaciones, y otras, habían redactado un documento que cuestionaba la política del Presidente hacia las mujeres.
El documento que se leyó sí lanzó fuertes diatribas contra la dirigencia tucumana. En los cuestionamientos incluyeron, entre otros, al gobernador, Juan Manzur, al senador José Alperovich, al legislador Ricardo Bussi, al concejal Emiliano Vargas Aignasse, y al juez Francisco Pisa -de la movilización participaron amigas de Paola Tacacho, la docente víctima de femicidio por parte de Mauricio Parada Parejas, que había sido absuelto por Pisa-.