06 Marzo 2021
RIO DE JANEIRO, Brasil.- Durante los primeros meses de la pandemia de covid-19 en Brasil, la detective de la policía de Río de Janeiro Fernanda Fernandes estaba segura de que los casos de abuso intrafamiliar estaban aumentando, pero no podía hacer casi nada, ya que pocas se presentaban a denunciar.
“Las mujeres eran incapaces de escapar de sus abusadores mientras estaban atrapadas en casa”, dijo Fernandes, quien dirige la Oficina Especial de Apoyo a la Mujer en el enorme suburbio de Duque de Caxias en Río.
El número de denuncias aumentó cuando el brote remitió y más mujeres pudieron salir de sus hogares, dijo.
En todo el mundo, la policía y los fiscales, los equipos de apoyo a las víctimas, los movimientos de mujeres y también Naciones Unidas informaron de un aumento de la violencia en el hogar durante los confinamientos relacionados con el coronavirus.
En Brasil hubo 649 feminicidios durante el primer semestre de 2020, según cifras del Foro Brasileño de Seguridad Pública, un 2% más que en el mismo período de 2019. Otros delitos contra las mujeres, como agresión y violación, que -para ser registrados e investigados- suelen requerir que las víctimas presenten una denuncia a la policía, disminuyeron, dijo la organización, más más reflejo de las dificultades que encontraron las mujeres durante la pandemia para denunciar los abusos, no una reducción de los casos”, añadió en su informe de octubre.
Fabiana Antunes reunió el coraje para ir a la policía meses después de sufrir ataques de su ex pareja. “Estar atrapada en casa empeoró todo”, dijo.
Fernandes, cuyo equipo en Duque de Caixas manejó 4.121 casos de violencia doméstica en 2019, dijo que parte del desafío es convencer a las mujeres de que el abuso es inaceptable. Muchas no creen que sus parejas sean capaces de matarlas, como le pasó a Taylaine Alves, una madre de dos hijos, que murió por las quemaduras graves que le causó su novio. (Reuters)
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