La tercera hija del secretario administrativo contable del Sistema Provincial de Salud (Siprosa), José Antonio Gandur, que accedió “en forma privada” a la vacuna anti-covid-19 integra el plantel de la Representación Oficial de Tucumán en la Ciudad de Buenos Aires. Iliana Emilce Gandur llegó a prestar servicios en esa especie de “embajada” gracias a una decisión que el gobernador Juan Manzur y la ministra de Salud, Rossana Chahla, emitieron el 5 de junio de 2020, en pleno aislamiento obligatorio por la pandemia. Hasta ese momento, Iliana Gandur trabajaba en la institución de su padre, el Siprosa: según el Decreto 897/21 (ver), la Representación a cargo de Ricardo Isaac Bromberg había solicitado los servicios de la joven y, por ello, correspondía autorizar la adscripción.
La agente figura en el registro oficial de vacunación al que accedió LA GACETA. Según esa constancia, Iliana Gandur recibió las dos dosis de la Sputnik V -la hipótesis es que habría viajado a la provincia para colocarse las inyecciones-. Sus hermanos y funcionarios del Gobierno de Manzur, José Gandur (h) y Javier Gandur, también fueron inmunizados mediante una de las empresas de salud que obtuvieron un cupo de vacunas asignado por el Siprosa a cargo de Chahla supuestamente para la protección del personal afectado al tratamiento del virus. La familia Gandur permaneció en silencio: al igual que los hijos, el padre tampoco pudo ser ubicado ayer.
Las revelaciones vinculadas a este grupo de miembros del Gobierno del mismo apellido exponen a Tucumán como un paradigma muy peculiar de la distribución anómala de vacunas verificada en las últimas semanas en distintos puntos del país. Al menos tres denuncias penales atribuyen la posible comisión de delitos a autoridades y particulares (se informa por separado).
La inmunización de los tres hijos del secretario del Siprosa puso por lo pronto en tela de juicio la afirmación inicial de Chahla de que la campaña en Tucumán “había seguido el criterio de riesgo”. La superior de Gandur (p) negó el domingo que en la provincia haya un “vacunatorio VIP” como el que eyectó del cargo al ex ministro Ginés González García. Chahla no sólo explicó que José Gandur (h), secretario de Gestión Administrativa del Ministerio de Desarrollo Social, había accedido a la vacuna en un centro oficial por medio del laboratorio de su esposa y que su cartera no controlaba las nóminas de voluntarios remitida por los privados, sino que también defendió la inmunización de 17 de sus colaboradores directos, entre los que hay mozos, periodistas, choferes, asistentes y secretarias privadas.
A diferencia de los Gandur, el vicegobernador Osvaldo Jaldo y Manzur sí sentaron posición. El primero consideró que “a los funcionarios vacunados sin autorización y por fuera del sistema había que correrlos inmediatamente”. “Si un joven, no interesa el rol que cumpla, se vacuna y no tiene autorización de las autoridades del área competente, ha cometido un ilícito y un error. Por lo tanto, no cabe otra opción que alejarse del cargo”, opinó Jaldo tras la difusión del caso de José Gandur (h). El jefe de este, Gabriel Yedlin, antes había manifestado que desconocía que el abogado de 39 años se había vacunado. Manzur luego expresó que coincidía con Jaldo en que no correspondía tolerar tales conductas, pero, respecto del funcionario de Yedlin, añadió: “este no es el caso”.