El apoyo al plan de vacunación del Gobierno, que comenzó el 28 de diciembre cuando llegaron las primeras vacunas a Tucumán, es generalizado. Sin embargo, desde distintos organismos tanto públicos como privados pidieron a las autoridades que extremen los controles para evitar que se repitan situaciones como la del secretario de Estado José Gandur, quien presta servicios en el ministerio de Desarrollo Social. El funcionario recibió las dos dosis de la vacuna pero no por sus funciones en el área pública, si no por figurar en el staff de un laboratorio privado que estuvo tomando muestras de Covid, además no es personal de salud (es abogado) y por su edad no le tocaba todavía la inoculación.
Carlos Fernández, ex presidente del Colegio de Bioquímicos de Tucumán (dejó de serlo esta semana y será reemplazado mañana) aplaudió que desde el Ministerio de Salud hayan decidido avanzar con todos los profesionales del área sanitaria, sean públicos o privados. “En Tucumán hay 287 laboratorios clínicos, y unos 100 comenzaron a hacer análisis de Covid cuando fueron autorizados por el Gobierno nacional en septiembre del año pasado”, indicó. “Todos los profesionales que hacen esa tarea están en riesgo, incluso los administrativos, y me parece muy bien que se haya dado luz verde para su vacunación”, le dijo ayer a LA GACETA. Lo que él no quiere (en realidad critica) es la costumbre tan argentina de “querer ser más vivos que el otro”, en clara alusión a Gandur y a algún otro que pudiera estar en la misma situación. “Desde que comenzó la campaña nos pusimos a disposición y particularmente no vi errores. Es más se trabajó muy bien con una pandemia como esta, un enemigo al que nadie conocía. Y se eligió bien a quiénes debían ser inoculados. Hay sectores bien establecidos, los de la salud, que deben tener resguardo contra el virus para seguir trabajando, y los mayores, el grupo de riesgo más importante”, advirtió. Fernández aclaró que él en su laboratorio no hizo análisis de Covid y por eso, como todos, se anotó para recibir la vacuna ya que tiene más de 70 años. “Me atendieron como un rey sin saber quién era, y como a mi a todos los que fuimos. Debo felicitar a la ministra y a su equipo”, dijo. Pero se mostró contrariado por la situación de Gandur. “A nosotros (a los privados) nos pidieron las listas de quienes estaban en condiciones de recibir las vacunas y después desde el Estado fueron llamando. Allí se sabe a quién se vacunó y a quien no. Inscribirse para ser inmunizado sin ser personal de salud, aunque trabaje en un laboratorio, no me parece correcto. Es la típica actitud ventajera de los argentinos”, afirmó. Y pidió más controles al respecto.
En ese sentido, coincidió con él la infectóloga Adriana Bueno, líder del Sindicato de Trabajadores Autoconvocados de la Salud. “Debe ser reprochado y censurado el accionar de quienes hacen uso de un privilegio que le cuesta la vida a otra persona. No está bien usar las influencias como en el caso de Gandur y detentar su cargo, siendo abogado además, ya que no tiene nada que ver con el riesgo”, aseguró la médica que trabaja en Concepción. Y agregó: “yo puedo tener cientos de desacuerdo con la ministra (Rossana) Chahla. Pero en esta situación no me queda más que felicitarla por la forma en la que el proceso de vacunación se está llevando a cabo”. “Hay un problema a nivel mundial que es el de la producción y distribución de las vacunas, y Tucumán no está exento de eso. Pero las vacunas que llegaron fueron colocadas en los grupos que lo necesitaban, sobre todo en el personal de la salud. Todavía faltan compañeros, pero apoyo que se esté vacunando a todo aquel que hace trabajo en la calle o tiene contactos con pacientes, sean administrativos, choferes o mozos. Nosotros sabemos quiénes trabajan y quiénes no”, razonó. Lo que si, Bueno solicitó un mayor control sobre las listas de privados para evitar que una situación como la de Gandur se repita. “No puede suceder”, afirmó. Bueno aseguró que espera que, en la medida en la que las vacunas lleguen, se siga vacunando gente para tener una segunda ola lo menos complicada posible. “Seguimos con una meseta de casos muy alta, con una positividad en el sur mayor al 10%. Esto no terminó, pero las vacunas nos dan esperanzas y por eso hay que ser muy responsable con las inoculaciones”, aseguró la profesional.
La polémica se inició el fin de semana cuando se conoció que personal del ministerio también había sido vacunado, a pesar de no ser precisamente médicos o enfermeros. Pero esto fue defendido por Chahla quien aclaró que todos de una u otra manera tienen contacto con pacientes contagiados con coronavirus. Pero también se conoció la situación de Gandur, quien se vacunó luego de haberse anotado en una lista de un laboratorio privado al cual pertenece (es de su esposa), según reconoció el mismo ministro de Desarrollo Social Gabriel Yedlin. A esta situación el vicegobernador, Osvaldo Jaldo, solicitó que se despida a quienes aprovechan situaciones para vacunarse cuando no les corresponde.
La explicación oficial
Ayer, en diálogo con LA GACETA Play, el director de Gestión Sanitaria del Siprosa, Miguel Ferre Contreras, advirtió que “los empleados del sector privado recibieron la vacuna en nodos que son del Siprosa. Los empleadores debían presentar una nota diciendo ‘estos son mis empleados y ellos son los que se deben vacunar’. Y así se hizo, con toda la información que ellos pasaron. Y los íbamos llamando teniendo en cuenta las dosis que teníamos disponibles”. “Nosotros demandamos que el empleador se haga responsable, es muy difícil controlar de parte del Estado a cada una de las instituciones. Todo esto (lo de Gandur) generó nuevo protocolos de nuestra parte”, agregó. “No sé por qué se entendió que nosotros les estábamos dando las vacunas al sector privado cuando eso nunca fue así. Por eso decidimos aclararlo. La potestad es del sector público. La doctora Chahla y el doctor (Luis) Medina Ruiz son excelentes profesionales que se pusieron la pandemia al hombro y trabajaron desde el primer momento en la calle y no en una oficina”, aseguró Ferre Contreras. Y admitió a tono personal que si en el proceso de vacunación hubo alguna irregularidad “merece que se investigue y que se determinen las consecuencias correspondientes”.
Ayer, en ese sentido el legislador radical José María Canelada realizó una presentación en la Unidad Fiscal de Delitos Complejos y denunció a la ministra Chahla, a Medina Ruiz y a Gandur por incumplimiento de los deberes de funcionario público. Y solicitó que se investigan irregularidades y contradicciones en el marco de la vacunación del último de ellos.
Vacunación
Cambios en los turnos
El Gobierno informó que hubo cambio de turnos a raíz de que la vacuna Sinopharm que llegó en el último envío aún no está recomendada para mayores de 60. Es por eso que los turnos para quienes no viven en el Gran San Miguel de Tucumán se modificaron. Los que debían vacunarse hoy pasaron para el martes 9 de marzo y quienes debían hacerlo mañana finalmente lo harán el 10 de marzo.
Asimismo, se informó que los nodos de San Miguel de Tucumán (107), Yerba Buena (Fanzolato), Tafí Viejo (Club Villa Mitre) y Banda del Río Salí (Club Concepción BB) continuarán con el cronograma previsto de turnos preestablecido. Ayer además se informó que Tucumán sumó 146 nuevos contagios de covid-19 en las últimas 24 horas y llegó a los 76.156 casos de coronavirus confirmados, informó el Ministerio de Salud de la Provincia. Tucumán sumó 76.156 contagios de coronavirus, de los cuales 72.915 se recuperaron, 1.539 fallecieron y el resto sigue como casos activos. A nivel país, se notificaron 7.855 casos en las últimas 24 horas, y 262 decesos.